Sebastián Armenault es un ultramaratonista argentino que realizará una carrera solidaria el próximo 21 de abril en la costanera de Posadas, a través de la cual buscará donar un desfibrilador.
Sebastián Armenault es un bonaerense nacido y malcriado en Vicente López, es ultramaratonista solidario cuya actividad es conocida no solo en la Argentina, sino también a nivel mundial.
Su recorrido por el globo terráqueo lo hizo desembarcar el martes en el Complejo Penitenciario III de Eldorado, donde dio una charla motivacional para los internos, en especial para los integrantes de Los Toros Rugby, el primer equipo integrado por personas privadas de su libertad en Misiones.
Pero como lo de Sebastián no es solo charla motivacional, luego de la misma donó para los internos más de 70 pares de zapatillas de una conocida marca felina alemana.
Un kilómetro, una sonrisa
Su periplo por Misiones no terminó en la Capital del Trabajo, sino que para el próximo sábado 21 de abril organiza la carrera solidaria 1 kilómetro, 1 sonrisa, que llevará por nombre León Seró, en homenaje al deportista de la tierra colorada fallecido años atrás.
La cita arrancará a las 17 en la ex-Estación de Trenes, en el cuarto tramo de la costanera y tendrá una extensión de un kilómetro. No habrá ganadores: con llegar, todos ganan.
El costo de la inscripción es de 300 pesos e incluirá una remera. Con lo recaudado, Sebastián espera donar un desfibrilador a la estación de la Policía de Misiones que presta servicios en la costanera, ya que se encuentra a la vera del río Paraná y este aparato médico es de vital importancia ante un accidente o una contingencia acuática, es móvil y de fácil traslado.
Huésped de Honor en Posadas
Pero eso no es todo: al parecer Misiones adoptó rápido a este bonaerense que el jueves recibió en el Concejo Deliberante capitalino un diploma declarándolo Huésped de Honor de Posadas.
Pero, más allá de este reconocimiento, la carrera en la costanera, la charla motivacional y las donaciones en Eldorado, la vida de Sebastián Armenault es realmente de película y merece ser contada.
PRIMERA EDICIÓN dialogó con este atleta y ganador de la vida que representa al país desde hace cinco años en distintos puntos del país y el mundo, con la bandera argentina como estandarte, con un claro lema -Superarse es Ganar- y con un fin solidario: por cada kilómetro recorrido, las empresas que lo apoyan y patrocinan su proyecto sa18 realizan donaciones de todo tipo.
Un cambio rotundo
Sebastián nació hace 50 años y fue gran parte de su vida empleado en una empresa en Buenos Aires, hasta que un día dijo basta e hizo un click en su vida.
Nací en Vicente López, tengo tres hermanos varones, todos jugadores de rugby, yo incluido, en Banco Nación desde los 7 años, soy separado con dos hijas Felicitas y Justina, y era director comercial de una empresa. Pero un día dije basta de todo.
Hace diez años, un amigo me invitó para salir a correr. Pese a que a mí no me gustaba, acepté el desafío, a modo personal. Fui un sábado hasta los bosques de Palermo y corrí dos kilómetros, relató Sebastián.
Acto seguido, agregó: Al completar el recorrido tuve dos sensaciones. La primera… que hacés haciendo algo que no te gusta y sufriendo; Y la segunda… no, vos ganaste, porque te superaste a vos mismo . Y a partir de ahí comencé a tener una visión distinta, la cual cinco años más tarde terminaría de cambiar por completo mi vida.
Desde ahí este bonaerense comenzó a correr, hasta que cinco años atrás, en una carrera en Omán, pasó algo trascendental: Estaba corriendo en Asia y en medio del desierto me dije a mí mismo: Esto es lo que me gusta, esto es lo que me apasiona. Así que volví a Buenos Aires y le dije a mi jefe que dejaba mi trabajo y a mi familia que me iba a dedicar de lleno al atletismo, recordó.
En forma inmediata tras dejar de lado su trabajo, Sebastián comenzó a golpear puertas en empresas para que apoyaran su proyecto solidario.
Pese a todos los pronósticos adversos, varias empresas argentinas y del exterior respaldaron el emprendimiento de Armenault, que se convirtió en la ONG 1 kilómetro, 1 sonrisa.
Las empresas apoyaron y respaldaron mi proyecto, y donan por cada kilómetro que yo complete de carrera. Me convertí en un embajador de marca de las empresas que me apoyan. Me siguen por un mensaje, no por un resultado, y es eso lo que yo quiero mostrar, explicó.
Luego dejó una muy buena reflexión: Tras dedicarme de lleno al atletismo, al día de hoy, contabilizando los últimos cinco años, ya llevo donado 5 millones de pesos. Eso me llena de orgullo para transmitir que si yo pude, vos también podés.
Herencia solidaria de familia
Consultado por qué eligió la solidaridad como modo de vida, Sebastián aludió a una herencia familiar: Cada vez que nos cambiábamos de casa, mis padres juntaban algunas cosas que nos sobraban o que no íbamos a utilizar y las llevamos a un geriátrico o a alguna entidad de ese tipo. Así yo asimilé el mundo de lo solidario desde niño.
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