Un novedoso sistema para combatir el atropellamiento de animales en las rutas comenzó a implementarse en la reserva que rodea a las Cataratas del Iguazú: se trata de unos silbatos ultrasónicos instalados en vehículos, que se activan cuando éstos circulan a más de 40 kilómetros por hora y sirven para ahuyentar a los animales que se encuentren en cercanías a la arteria que atraviesa el Parque Nacional Iguazú y el Parque Provincial Península.Desde el Departamento de Conservación y Educación Ambiental del primero de esos parques, Silvina Fabbri destacó que se trata de “un sistema que se emplea por primera vez en Argentina e incluso en América Latina”, si bien en Canadá y Estados Unidos ya está en marcha hace un tiempo. En Parques tienen a disposición 30 pares de dispositivos, que funcionan con un sonido grave y otro agudo -ambos a la vez, ya que solos no sirven- y que van ubicados en la parte delantera del vehículo. Al entrar el aire cuando el vehículo supera los 40 kilómetros por hora, emiten el ultrasonido.
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