Las menores, de 12 y 14 años, se bajaron en una estación de servicio sin que los padres lo advirtieran. Un operativo de la PRF permitió que la familia se reencontrara y siguiera viaje.
Difíciles de olvidar serán las vacaciones de 2018 para una familia posadeña. Y no justamente por el merecido disfrute del descanso anual, sino por las peripecias que vivieron camino a las playas brasileras. En ese trayecto, dos adolescentes se bajaron del vehículo en una gasolinera sin que se percataran sus padres, quienes continuaron viaje y recién descubrieron la ausencia a más de 50 kilómetros. Por fortuna, hubo final feliz para los misioneros.
La insólita historia a la que PRIMERA EDICIÓN tuvo acceso mediante sus fuentes en Brasil sucedió ayer por la tarde, cerca de las 16, y tuvo como protagonistas a los Cabral, una familia de la capital provincial que se desplazaba camino al litoral de Río Grande do Sul cuando el destino le jugó una pasada por lo menos poco común.
El padre, la madre y las dos hijas de la pareja, de 12 y 14 años, viajaban en una Toyota Hilux por la ruta nacional BR-386 cuando al llegar al kilómetro 444 resolvieron detenerse en una estación de servicio de Canoas, localidad que conforma el Gran Porto Alegre, por así decirlo, emplazada hacia el norte y a unos 20 kilómetros del centro de la capital de Río Grande do Sul.
En esa gasolinera, los padres se bajaron y solicitaron ayuda a los parroquianos para llegar al destino vacacional, Atlántida, un pequeño poblado de mar ubicado a más de 150 kilómetros, lindante con el tradicional Capão da Canoa.
Tras recabar los datos necesarios, la pareja regresó a la Hilux y emprendió viaje a través de la ruta nacional BR-116. Los padres realizaron más de 50 kilómetros por esa arteria hasta percatarse de que algo no andaba bien: sus hijas no estaban en el asiento de atrás.
El horror, el espanto y, en síntesis, el drama, se apoderaron de los posadeños, que buscaron explicaciones y, a la vez, dónde fue la última vez que habían parado. Entonces recordaron la gasolinera de Canoas. Pegaron media vuelta y, al borde del infarto, aceleraron en busca de sus hijas.
Los misioneros no lo sabían, pero efectivos de la Policía Rodoviaria Federal (PRF) ya estaban trabajando en el caso. Sucede que las niñas dieron aviso en la estación sobre lo ocurrido. De inmediato las autoridades entraron en acción y una patrulla de la PRF inició una búsqueda por la ruta nacional BR-116 que enseguida arrojó resultados.
Los policías interceptaron a la Hilux y entonces los padres comenzaron a palpitar el reencuentro. Los uniformados confirmaron que sus hijas habían sido rescatadas y trasladadas a una unidad operacional de la fuerza para asistencia, donde los esperaban. La Toyota partió rauda escoltada por el móvil policial. Verlos nuevamente unidos fue emotivo, indicaron las fuentes.
Los misioneros agradecieron el rápido despliegue de la PRF, se tomaron una foto con los agentes que los encontraron en la ruta nacional y emprendieron nuevamente viaje hacia Atlántida. La anécdota no será una más cuando la familia recuerde las vacaciones de 2018. Más allá de todo, lo importante fue que tuvo un final feliz.
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