Siete empleados municipales están abocados a la búsqueda del animal, que sigue desaparecido después de 48 horas. Insólita y digna de un cuento surrealista es la situación que se vive desde el martes en esta ciudad del Norte misionero, donde empleados municipales se ven obligados a abandonar sus tareas cotidianas para dedicarse a la caza y captura de un perro considerado peligroso y al que no pueden encontrar después de 48 horas.
Todo comenzó a primera hora del martes, cuando el intendente de Wanda, Felipe Jeleñ, recibió un oficio emanado del Juzgado de Paz local, a cargo de José Roberto Segovia, en el que se lo insta a capturar a un can acusado de ocasionar molestias y daños de consideración a los ciudadanos.
A partir de ahí se desató la búsqueda del animal en los lugares que solía frecuentar, en la zona céntrica de la ciudad. No menos de siete empleados municipales, de las áreas de Tránsito y Obras Públicas, tienen asignada la tarea de dar cumplimiento a la orden judicial, si bien fuentes comunales deslizaron que somos 40 las personas que estamos permanentemente alertas por si aparece.
Es que el escurridizo perro, quien en su momento tuvo dueño pero actualmente sería vagabundo, dejó de aparecer por las zonas donde solía moverse, como si supiera la suerte que puede llegar a correr si lo atrapan. Una suerte que ni siquiera los funcionarios municipales saben cuál será, ya que eso dependerá del juez que emitió la orden.
Éste habría argumentado varias denuncias recibidas con respecto a intentos de mordidas por parte del can, aunque aparentemente nunca habrían llegado a constatarse daños a personas, según fuentes municipales, que lamentan que realmente hay tareas mucho más importantes que hacer, pero si (el animal) no aparece, por ahora habrá que seguir intensamente la búsqueda.
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