Su padre, Pablo Correas de Melo, dijo que el corazón le dice que no está lejos. Una hipótesis es que alguien la pasó a buscar, con un vehículo o moto, dijo. Por la zona donde vivía y el lugar hacia donde se dirigió, no hay registros de cámaras que la pudieran haber captado. La búsqueda continúa.
Este domingo se cumplen 85 días que Candela Agustina Correas de Melo, de quince años, falta de su casa. Vivía en el paraje San Miguel, a catorce kilómetros del centro de San Vicente.
Lo último que supo su madre fue que salió de casa a las 22.30 para encontrarse con su novio. El joven de 20 años vive en la Picada Agroforestal, a casi veinte kilómetros de ese lugar. Después de eso, lo único que hay son solamente incógnitas.
Su madre, Nilda Elena Galeano, declaró en sede policial que su hija le dijo que estaba embarazada de 11 semanas y que se iba a vivir con su novio, para lo que se llevó una mochila con ropa.
Al día siguiente a la mamá le llegó un mensaje de texto donde le decía que estaba bien. No se supo más nada. Días después, el novio fue detenido. En su declaración testimonial dijo que no sabía nada de ella y que nunca habían hablado sobre que tenía que pasar a buscarla. Le secuestraron el teléfono a él y a los amigos que estaban con él al momento de la detención. Los celulares están sometidos a pericias tecnológicas para intentar dilucidar si tienen responsabilidades en el hecho.
A los pocos días de su desaparición, su padre, Pablo Correas de Melo, viajó desde Buenos Aires, donde residía y se sumó a la búsqueda.
PRIMERA EDICIÓN dialogó con él, quien confirmó que el próximo miércoles familiares y amigos realizarán una marcha de silencio para pedir por la aparición con vida de Candela.
La manifestación se va a realizar por las avenidas y calles de San Vicente. La concentración será a las 9 en la plazoleta El Colono, en el acceso norte de la ciudad. Van a marchar en silencio por la avenida Libertador hasta la calle Democracia y luego hasta el Juzgado de Instrucción 3, frente a la Plaza San Martín.
Correas dijo que hoy no hay ninguna pista firme en que se esté trabajando. Se recibieron algunos datos que se siguieron, pero solo fueron falsas alarmas.
Pablo llamó a la sociedad a participar en la marcha pidiendo por la aparición de Candela. Queremos que la sociedad colabore con la búsqueda aportando datos, si los saben o escuchan. Como padre estoy sufriendo mucho por su desaparición y no quiero que esto vuelva a pasar con otra niña. Por eso debemos unirnos para que no pasen más estas cosas, se lamentó.
Nosotros no tenemos idea qué pasó y cómo pasó. Sabemos por los dichos de la madre que ella estaba esperando a su novio, que iba a pasar por ella. El novio declaró que nunca llegó a buscarlo. Entonces una hipótesis es que alguien pasó a buscarla con un vehículo o moto. Se tenía que haber comunicado con ella por teléfono, aclaró el padre de la niña.
Al momento de ausentarse, Candela Agustina se llevó el teléfono y, desde entonces, no se conectó más al whatsapp. Desde el Juzgado también se está instruyendo el peritaje de su número de teléfono para saber las ultimas comunicaciones que mantuvo y si hay posibilidad de rastrear el teléfono.
Pablo Correas de Melo tiene la esperanza de que su hija aparezca y con vida y cree que ella sigue en la provincia y en las inmediaciones. Yo vivo en Buenos Aires y mantenía permanentemente comunicación con ella. Ella venía al centro para poder tener señal de Internet y me llamaba por whatsapp. Hablábamos mucho y ella nunca dio a entender que estaba pasando algo raro. Por eso yo creo que fue raptada o secuestrada. En algún lado está y en contra de su voluntad. Mi corazón me dice que ella está cerca. No hay indicios de que se haya ido lejos.
Sobre el estado de gravidez de once semanas de gestación que atravesaba Candela cuando desapareció, el padre dijo que supuestamente estaba embarazada.
Según pudo averiguar por su cuenta, el médico le había dicho a ella que podía ser que estuviera en gestación. Justamente el lunes siguiente a su desaparición tenía que ir a hacerse los estudios, dijo a este Diario.
Explicó que nadie la vio por ningún lado. La Policía buscó su rastro con perros pero no encontraron nada. Como el lugar donde vivía Candela era lejos de la zona urbana, no hay registro de cámaras que la pudieran haber captado.
Comentó además que llegó a reunirse con el novio de Candela, hablaron frente a frente y no notó que le estuviera mintiendo sobre qué pasó con su hija esa noche.
Dolido, Pablo dijo que su hija nunca se había fugado de la casa de la madre (está separado) y hablando con su esposa, tampoco había dado indicios acerca de que se quería ir de allí.
Finalmente acerca de la única pista que se tiene hasta el momento, Correa de Melo sostuvo que duda que ese último mensaje de texto lo haya escrito su hija.