Creen que la víctima fue asesinada el pasado sábado a la noche. Por ahora no hay un posible móvil del homicidio. Lo mataron a 50 metros de la chacra que cuidaba.El domingo pasado a las 19 un agricultor a caballo reconoció el cadáver de su vecino recién llegado de Brasil. El fallecido estaba boca abajo en una calle terrada y a unos cincuenta metros del ingreso a una chacra donde era cuidador.
Se trataba de Valdecir Dos Santos Cuaresma (40). Tenía heridas compatibles con arma de fuego en la espalda y en la cabeza. Los peritos creen que el o los asesinos utilizaron una escopeta.
De inmediato fueron notificadas las autoridades policiales, quienes se dirigieron al lugar, distante a unos 30 kilómetros de Bernardo de Irigoyen.
El testigo le contó a la Policía que luego de descubrir el cuerpo cabalgó unos 1.500 metros hasta una chacra propiedad de un hermano de su patrón, y en ese lugar habría observado en la oscuridad dos personas que salieron a correr hacia el monte y efectuaron varios disparos de arma de fuego al aire.
Un dato que les llamó mucho la atención a los investigadores, es que la motocicleta Motomel tipo cross (sin patente) que pertenecía a la víctima, se hallaba recostada en el portón de acceso a la referida chacra.
Los pesquisas averiguaron que Dos Santos Cuaresma hace dos meses residía en la misma propiedad donde era cuidador. También que el hombre últimamente no tendría una buena relación con su suegro.
Al requisar las pertenencias del occiso los efectivos encontraron sus documentaciones, acreditando su identidad. Además, el hombre tenía en su poder los papeles de la motocicleta, no observándose faltante de elementos en el lugar, como tampoco de la vivienda donde el infortunado empleado rural pasaba sus días mientras trabajaba.
Escopeta
Un médico policial en turno examinó el cuerpo de Dos Santos Cuaresma, quien diagnóstico tiempo de muerte aproximado de unas 20 horas, heridas compatibles con arma de fuego en región lumbar y temporal izquierda y en cráneo encéfalo parietal derecho compatible con orificio de salida.
Por disposición de la Justicia el cadáver fue trasladado a la Morgue Judicial de la ciudad de Posadas para la realización de la correspondiente autopsia. En la escena estuvo presente personal de la comisaría jurisdiccional y de la Policía Científica, quienes incautaron una copa concentradora de cartucho de escopeta, probablemente calibre 28.
Guantelete de parafina
Orden judicial mediante los uniformados le practicaron el guantelete de parafina al testigo que halló el cuerpo. Dicha pericia es orientativa acerca de la manipulación de armas de fuego. Hasta anoche no había trascendido el resultado.
En cuanto al paradero de los posibles asesinos, personal de las comisarías de Dos Hermanas, Bernardo de Irigoyen, San Antonio y de las Divisiones Guardia de Infantería, Brigadas de Investigaciones y Comando Radioeléctrico -todas dependientes de la Unidad Regional XII-, realizaron rastrillajes en la zona, hasta el momento sin resultados positivos.
Sin pistas
Hasta el momento los investigadores no pudieron establecer el móvil del hecho, únicamente se pudo recabar información respecto a que la víctima tendría problemas con el suegro a raíz de conflictos familiares y que vivía en la chacra que cuidaba desde hace 70 días.
Murió con su propia arma y descartan a tiradores
Los dichos del testigo clave, quien encontró el cuerpo y además afirmó a las autoridades que observó a dos hombres que efectuaban tiros al aire, fueron investigados y llevaron a que se descubriera un robo que sucedió en ese mismo momento en una chacra cercana.
Creemos que el homicidio fue perpetrado en circunstancias en que Valdecir Dos Santos Cuaresma llegaba a la vivienda donde residía, pero el sábado a la noche, no el día en que hallaron su cuerpo, porque las pericias así lo indican (llevaba unas 20 horas fallecido). Al averiguar en la zona un vecino denunció el robo de herramientas, por ello no se descarta que los tiradores que vio el testigo eran los autores del ilícito. No menos curioso resulta el hecho de que al parecer una de las escopetas que tenía en su casa fue la utilizada para quitarle la vida, adelantó uno de los pesquisas a PRIMERA EDICIÓN.
Esto se supo ayer al mediodía, indicaron las fuentes, teniendo en cuenta que al allanar la vivienda donde pasaba sus días la víctima, la Policía incautó dos escopetas, una calibre 28 y otra 36, además de un par de cartuchos.
Por indicios los pesquisas creen que la 28 fue utilizada para el crimen. Lo llamativo es que la casa estaba cerrada.
Valdecir no tuvo tiempo a defenderse de sus agresores, ni siquiera sacó el machete que llevaba en la cintura. Estaba llegando a la chacra donde es cuidador cuando lo habrían emboscado. El motivo sigue siendo un misterio.
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