La arqueóloga Alejandra Schmitz trabaja en lo que fue la Reducción Jesuítica de San Francisco Javier. A un mes de haber iniciado los trabajos, ya comenzó a recuperar parte de la historia y hacerla visible.
Hace aproximadamente un mes, la arqueóloga misionera Alejandra Schmitz y un grupo de colaboradores comenzó el rescate de los vestigios que aún pueden encontrarse -y ser material de estudio- en lo que fue en su momento la Reducción Jesuítica de San Francisco Javier, en esta ciudad a orillas del río Uruguay.
La especialista misionera dialogó con PRIMERA EDICIÓN tras el primer mes de trabajo en el lugar y destacó que en poco tiempo se logró importantes avances, gracias a los cuales las ruinas de San Javier comienzan a salir a la luz, tras un largo período de olvido.
Interesante información
El trabajo de evaluación arqueológica en el predio que conserva los últimos vestigios de la misión de San Francisco Javier nos brindó una interesante información sobre los restos que existen en el predio, contó a PRIMERA EDICIÓN la profesional.
Allí, se realizó una inspección registrando en superficie las características constructivas de los componentes presentes en este lugar, como son los espacios del cementerio, el templo, la residencia y el huerto.
La arqueóloga explicó además que la mayor parte de estas construcciones no se observa a simple vista, sino que se encuentra bajo montículos de adobe y vegetación que protege, en parte, el sitio arqueológico.
De todas maneras, eso no impidió que en reiteradas oportunidades se haya utilizado al lugar como cantera, es decir, se extraía las piedras canteadas y talladas para las nuevas construcciones de las casas del pueblo, y hoy se puede ver viviendas emblemáticas por haber sido construidas completamente con piedras de las ruinas, se lamentó.
A lo que añadió: Esa destrucción de los muros quedó registrada en los desniveles del terreno y en la falta de continuidad en el suelo arqueológico.
Relevamiento y características
La importancia de este tipo de relevamiento permitió inferir algunas características constructivas de las edificaciones de esta Reducción: La situación actual de sus restos, que aparecen como líneas de montículos relativamente bajos, y no como paredes de piedra en elevación, nos indica a los investigadores que la Reducción de San Francisco Javier no tuvo ninguna edificación construida íntegramente en piedra, contó Schmitz.
Las construcciones estaban realizadas con cimientos y paredes de piedra de hasta 80 centímetros de alto y luego la altura de la pared se completaba con ladrillos de adobe crudos, reseñó.
También comentó que se hizo una inspección del sitio histórico arqueológico junto al historiador y licenciado Esteban Snihur.
Además, se pudo saber que con pocas excavaciones, se logró identificar en la estratigrafía los niveles que corresponden a restos del tejado que colapsó y parte de dicho material quedó en el suelo. Por encima y debajo de estas tejas hay presencia de adobe y carbón, según el relato de la profesional.
Alto potencial arqueológico
Los niveles arqueológicos presentan una alteración de 20 a 30 centímetros en su superficie, puesto que el terreno fue arado y sembrado en forma continua, sin respetarse la ordenanza de zona de no innovar, pero el nivel de adobe que cubrió este sector protegió el lugar, por eso hoy podemos evaluar que el predio tiene un alto potencial a nivel arqueológico, insistió la arqueóloga misionera, quien además adelantó que aún existe mucha historia por descubrir en San Javier.
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