Carlos Cabral fue dominador absoluto de la final del TC4000 y le dio una gran alegría a sus hinchas. Eldorado volvió a explotar de público.Nuevamente una fiesta fantástica del automovilismo provincial se vivió ayer en el circuito terrado del Auto Moto Club Enrique Seeber de esta ciudad, donde una multitud se dio cita y disfrutó a pleno de la cuarta fecha del calendario de la Federación Misionera de Automovilismo Deportivo (FeMAD) Gran Premio Toyota Misiones.
Si bien la lluvia no dejó finalizar el cronograma de actividades, el espectáculo en sí no se opacó y el trazado más taquillero de la provincia volvió a deleitarse con el rugir de motores.
En una mañana ventosa, pero con sol a pleno, la actividad fierrera arrancó con la primera final de la Copa Fiat 1.4, donde Raúl Huta fue el gran ganador tras largar de medio pelotón y mantener un duelo muy particular con Marcelo Smichowski, que debió conformarse luego con el tercer lugar en el podio. Alejandro Loprete fue quien terminó segundo.
La segunda final, en tanto, ya entrada la tarde y con un cielo que comenzaba a coparse de nubes, Nazareno Da Cruz comandó la carrera casi de punta a punta y festejó a lo grande tras el banderazo a cuadros. Huta volvió a ocupar un lugar en el podio, tras arribar en el segundo lugar, mientras que Diego Bonda fue tercero.
La Clase 1, que contó con diez autos en pista, también brindó su espectáculo, donde el protagonista del fin de semana fue Jorge Kleibert, que ganó de manera magistral ambas carreras.
En la primera final fue escoltado por Gastón Arriola y Nicolás Vivero, mientras que en la segunda vio detrás de él a Santiago Mantilla y Fabricio Bustos.
Urrutia x 2
Dos desenlaces totalmente distintos tuvo la Clase 2, que se hizo presente en la tierra de la Capital del Trabajo y dejó una primera final más que atractiva. El duelo Juan Pablo Urrutia-Luciano Viana se vivió en ambas carreras y en las dos triunfó el obereño, nada más que en la segunda se dio con auto de seguridad en pista.
Por último, el TC4000, la vedette del provincial, dio un espectáculo a medias, ya que tras deleitar a todos con la primera parte, la lluvia no dejó que se cumpla con la restante, amén de hacer todos los intentos posibles.
En la única final disputada, Carlos Cabral logró ser contundente y se quedó con un triunfo muy festejado. El obereño marcó el camino y dejó sin posibilidades a Cristian Grygorszyn, quien debió conformarse con ser su escolta. El tercer lugar del podio fue para Julio César Bananita Benítez.
Se aguó la fiesta
El espectáculo del TC4000 se vio paralizado cuando las máquinas se aprestaban a salir a pista para la segunda final, ya que una intensa llovizna cubrió la pista e hizo imposible el desarrollo normal de la carrera. Los organizadores de la prueba agotaron todas las instancias, aguardando un tiempo considerable, pero la espera fue en vano.
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