Un año y casi tres meses después del femicidio de María Belén Rivas (16), la causa fue elevada a juicio por el Juzgado de Instrucción 3 de Iguazú. Sin embargo, a pedido del fiscal del Tribunal Penal 1 de Eldorado, el expediente volvió a su lugar de origen con el pedido puntual de ahondar en la teoría de un supuesto segundo implicado en el crimen.
Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN , en base al requerimiento realizado por el letrado Federico José Rodríguez, al frente del Ministerio Público Fiscal ante el alto cuerpo eldoradense, encargado de llevar adelante el debate oral y público.
En la etapa de instrucción, el juez Martín Brites tomó declaración a un testigo que se encontraba cerca del lugar donde fue hallada sin vida la joven. Se trata de un vendedor de artesanías quien, ante sede judicial, afirmó ver a un hombre que golpeaba a una chica con una guitarra en la plaza ubicada en la intersección de las calles Pancho Ramirez y Vera Peñaloza.
Fue a metros de esa esquina y debajo de una casilla de mototaxis donde fue encontrada sin vida María Belén, el domingo 2 de abril de 2017. Sin embargo, ese artesano se mostró dubitativo en algunos puntos del relato, detalles en los que ahora la Justicia buscará profundizar.
En base a aquel testimonio es que en la etapa de las pericias se buscaron rastros de lo que podía haber sido una guitarra. Así también, se puso atención en los resultados de la autopsia, para determinar si la menor había sido golpeada con algún elemento que le hubiera dejado marcas en el cuerpo. Nada de aquello figuró en los informes forenses. Sí se pudo establecer que María Belén había sido violada y luego extrangulada por el supuesto autor, de 23 años, actualmente detenido y quien aguarda por la realización del debate oral y público.
Horas después del hallazgo, ese joven fue apresado, tras haber sido visto con la víctima esa noche. En su vivienda encontraron además unos auriculares que pertenecían a la víctima, y ropas que posteriormente fueron sometidas a pericias.
Sobre las prendas se realizó un estudio de ADN que dio plena certeza. En el cuerpo de María Belén había rastros del detenido y viceversa. La adolescente cursaba un embarazo de seis meses y eso le sumó un agravante a la calificación penal. En la elevación a juicio el joven fue imputado por homicidio doblemente calificado por criminis causa (mató para ocultar la violación) y femicidio, en concurso ideal con el delito de aborto. La tipificación contempla una pena a prisión perpetua.
Habrá que aguardar para conocer cuáles serán las nuevas medidas de prueba que solicitará el magistrado y, de ser así, que testigos serán convocados para confirmar o descartar que hubo un presunto cómplice que actuó para quitarle la vida a María Belén.
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