Negocios son negocios. Y cuando la demanda es alta, hay que cumplir. Sin embargo, poco le duró el emprendimiento al joven de 26 años que se encargaba de continuar con el trabajo que hasta junio pasado cumplía la banda desbaratada en el barrio Tiro Federal. El sucesor fue detenido ayer de madrugada en pleno reparto de cocaína por las calles de Posadas.Le costó caro el intento de escape. Es que los policías debieron realizar disparos intimidatorios y uno de esos balazos, al parecer tras rebotar en el asfalto, le provocó lesiones en una pierna. Terminó detenido y en el automóvil que utilizaba se secuestraron más de 20 mil pesos, además de media decena de dosis de cocaína.PRIMERA EDICIÓN pudo saber que el megaoperativo realizado durante las primeras horas de ayer por efectivos de la Dirección de Toxicomanía de la Policía de Misiones junto con sus pares de la Delegación?Posadas de la Policía Federal Argentina fue el corolario de una investigación que comenzó hace un par de meses.En efecto, la pesquisa fue ordenada por la magistrada María Verónica Skanata, jueza subrogante del Juzgado Federal de Posadas, y el letrado Juan Andrés Stuber, a cargo de la fiscalía federal de la capital provincial. Comenzó a mediados de junio pasado, inmediatamente luego de la detención de “Pato” (67), “Pollo” (27) y “La Maru” (32), acusados de formar una banda que repartía cocaína desde el barrio Tiro Federal a toda la ciudad.Las autoridades sabían que el “hueco” que dejaba el desbaratamiento de esa organización rápidamente sería ocupado por alguien que tuviera la capacidad logística y económica para continuar con el reparto. Y no se equivocaron: enseguida las pistas llevaron a los detectives hacia el nuevo detenido.El sucesor, de 26 años, cayó en medio de una serie de procedimientos que comenzaron durante los primeros minutos de ayer y se extendieron prácticamente hasta las 8 de la mañana.Primeramente las autoridades llegaron al “búnker” del joven, emplazado en inmediaciones a Blas Parera casi Lavalle. Allí se toparon con una mesa lista para el “trabajo”, donde había bolsas de tamaño pequeño, balanzas de precisión y demás herramientas preparadas para el fraccionamiento del estupefaciente. En ese lugar los policías también incautaron 1.661 pesos y 19 tizas de cocaína.Mientras se realizaba ese trabajo, otro grupo aguardaba por el sucesor en cercanías a otro inmueble, que sería de su pareja, hacia el sur de la ciudad y sobre calle Chacho Peñaloza. El sospechoso llegó a bordo del VW Golf con el que hacía los repartos y ni imaginó lo que le esperaba. Cuando se bajó, los policías le salieron al encuentro. Su apodo también podría ser el de “gacela”: intentó un escape a toda velocidad que se interrumpió cuando uno de los disparos intimidatorios de la fuerza dio en una de sus piernas. Sufrió lesiones leves y, tras las curaciones de rigor en el hospital local, fue trasladado a su lugar de encierro.Una vez detenido, las autoridades confirmaron sus sospechas. En sus bolsillos encontraron 5 mil pesos y cinco “ravioles” de cocaína. En el VW Golf, en cambio, estaba el “grueso” de su negocio. Allí había escondidos 22.603 pesos y cinco tizas de cocaína, entre otros tantos elementos de prueba.En total, el peso de la cocaína secuestrada se acercó al medio kilogramo, según las primeras averiguaciones. El sucesor quedó detenido a disposición de la Justicia Federal y será indagado en las próximas horas. El negocio le duró demasiado poco.La banda ganaba unos 4 mil pesos por nocheLa banda del “narcodelivery” fue desarticulada en la noche del sábado 13 de junio de este año, cuando la Justicia allanó dos inmuebles en el barrio Tiro Federal de Posadas.De la investigación surge que era liderada por “Pato” (67) y “La Maru” (32), quienes al parecer tenían como “dealer” a “Pollo” (27). El nombre se debe a su modo de operación: mediante llamados, distribuían cocaína en toda la capital provincial.Tras distintos pedidos de la defensa, “Pato” fue excarcelado al igual que “La Maru”. El único que sigue tras las rejas es “Pollo”. Los tres fueron procesados por comercialización de estupefacientes. La sustanciación de esa causa continúa por estas horas.
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