En su reemplazo Alejandro Maldonado Aguirre asumió el jueves la Presidencia de Guatemala. El nuevo gobernante permanecerá en ese cargo hasta el final del período presidencial en enero de 2016.Más de 7,5 millones de guatemaltecos, cuyas movilizaciones coadyuvaron a la dimisión del mandatario, están convocados a la primera ronda de las elecciones presidenciales, legislativas y municipales. Los guatemaltecos “indignados”, que no cesaron de protestar pacíficamente cada semana desde que comenzaron a destaparse los casos de corrupción en abril, dejaron claro que no están dispuestos a tolerar la corrupción, en tanto reclaman un cambio del sistema político.Los electores se muestran ahora menos confiados y más vigilantes con respecto a los candidatos. “Los políticos hacían lo que querían pero estos casos de corrupción hicieron que muchos despertaran y ya no nos vamos a dejar”, dijo a la AFP Luisa Monterroso, una nutricionista de 34 años quien ha acudido a varias protestas.“Creo que Guatemala ha cambiado y de ahora en adelante los diputados y nuevas autoridades serán más fiscalizadas”, agregó. Al frente de las encuestas figuran tres aspirantes -de catorce postulados- con posibilidades de pasar a la segunda ronda el 25 de octubre si ninguno alcanza al menos 50% de los votos.Una encuesta de la empresa ProDatos, publicada el jueves por el diario Prensa Libre, situó en primer lugar a Jimmy Morales, un comediante de 46 años postulado por el derechista Frente de Convergencia Nacional, con 25% de las preferencias. Le siguen el abogado derechista Manuel Baldizón, 45, del partido Libertad Democrática Renovada, con 22,9% y la exprimera dama Sandra Torres, 59, de la socialdemócrata Unión Nacional de la Esperanza con 18,4%.Para muchos guatemaltecos, las elecciones de 2015 son diferentes a las que se hacen cada cuatro años porque la caída de Pérez marcó un antes y un después. “Cada presidente que llega promete una cosa y ya no cumple. Todos son corruptos y todos son ladrones, pero ahora sí deben cumplir porque la gente los estará vigilando”, dijo a la AFP Orlando Pérez, de 22 años. Sin embargo, algunos observadores alertan que la renuncia de Pérez no erradica la práctica clientelista de la política guatemalteca que sustenta la corrupción.El diputado indígena Amílcar Pop, un opositor que en junio hizo el primer intento de privar a Pérez de su inmunidad, alertó en el Congreso que la corrupción tiene raíces profundas que no se eliminan con el procesamiento de las autoridades salientes. “El que el presidente y la vicepresidenta estén siendo procesados por corrupción, no resuelve la crisis. Elegir un nuevo presidente no resuelve la crisis, porque hay muchos candidatos involucrados en actos cuestionados”, dijo.Fuente: Agencia de Noticias AFP/NA
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