POSADAS. La proximidad del inicio de la interzafra de la yerba mate alertó a los trabajadores rurales, quienes empezaron a exigir un aumento en el subsidio que les entregan para subsistir ese período. Rubén Fraga es uno de los más de dos mil tareferos de Oberá, vive en el barrio San Miguel de esta ciudad y ayer entregó una nota en el Ministerio de Trabajo y en la Casa de Gobierno, solicitando un incremento en el aporte interzafra y la extensión mensual.Es un reclamo en común entre todos los representantes de los tareferos, sin embargo, este trabajador se animó a presentarlo en soledad, no pertenece a ningún gremio. En el documento contó punto por punto por qué el subsidio debería ser de 6 mil pesos y no de 2.500 como se abonó hasta el año pasado. Además solicitó que el aporte comience el mes que viene y no en diciembre como es habitual; y que se modifique el punto de la Ley de Corresponsabilidad, que expresa la incompatibilidad del blanqueo con las Asignaciones Universales. “En la nota que presenté en Trabajo y Casa de Gobierno explico por qué pedimos un aumento en el subsidio interzafra y que debe ser de seis meses, no cuatro como hasta ahora”, comentó el trabajador a PRIMERA EDICIÓN. “Nosotros (por él y sus compañeros obereños) vamos a terminar la cosecha a más tardar en unos diez días y ya ahí no vamos a tener trabajo, vamos a salir a changuear y no podemos seguir así. Por eso pido al Gobierno que el subsidio se pague desde octubre y no a partir de diciembre como es habitual”, indicó el tarefero, quien además fundamentó su pedido de aumento en el aporte: “Hasta el año que pasado era de unos 2.500, pero ahora esa plata no alcanza para nada. Por eso pedimos que suba a 6 mil, yo sé que es muy complicado que eso pase, pero los funcionarios se tienen que dar cuenta cuál es la realidad de un tarefero”, aseveró. Una historia de vidaEl pedido del tarefero se sustenta en su historia de vida: “En mi caso tengo cuatro hijos, el mayor de ocho años y en ese tiempo es muy difícil llevar algo de dinero. Lo poco que puedo conseguir (mediante “changas”) lo gasto en la comida del día, la verdad es que a veces no nos alcanza ni para comer”, contó el hombre, quien en varios pasajes de la conversación dejó bien en claro que no es parte de ningún gremio, sino que “solamente vine a presentar una nota con el respaldo de otros trabajadores de la zona”.Es sabido que en pocas chacras se paga al tarefero lo que realmente corresponde, en muchos casos se abona menos de lo que indica la Ley, y todos los meses sufren el descuento de la comida. “Ahora ganamos bastante bien, mejor que otros años, pero igual no alcanza”, aseguró. Otro punto crítico para los trabajadores rurales es la “incompatibilidad” del blanqueo con las AUH. Fraga dijo que “es necesario que saquen ese punto, porque muchos compañeros prefieren dejar la tarefa para poder seguir cobrando el plan. Eso no debe ser así, un trabajador, con suerte, lleva dos mil pesos por quincena a la casa y la asignación es una gran ayuda para vivir dignamente”, concluyó.
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