Misiones es la única provincia de la Argentina que produce mandioca a gran escala y compite con Paraguay, Colombia y otros países de Asia que también elaboran en grandes cantidades.Para ganar dinero con este producto se necesita con urgencia cambiar el enfoque de la producción, incrementando tecnología, nuevos procesos de transformación, innovaciones en la producción, valor agregado, marketing y crear nuevas y múltiples formas de comercialización. Seguir de la misma forma que ahora, vendiendo el producto en raíz y harina de almidón es casi prehistórico y se someterá a los productores a caer vencidos ante la invasión de la mercadería de otros países, que ingresa a menor costo y destruye la competitividad local, como ya ocurrió a principio de año, cuyas secuelas persisten en la economía hasta estos días.Con el objeto de transferir conocimiento sobre tecnologías para el desarrollo de productos alimenticios para agregar valor en origen, se realizó días atrás el seminario de Fortalecimiento de la Cadena de Valor de la Mandioca: Tecnologías para desarrollar productos alimenticios alternativas con harina de mandioca. Fue destinado a integrantes del Clúster de la Mandioca, productores, técnicos y estudiantes de las facultades y Escuelas de la Familia Agrícola (EFAS). La disertación estuvo a cargo de dos especialistas del Centro de Investigación de Colombia: Fernando Calle y Johana Aristizabal. “Existe una amplia gama de derivados de la mandioca que pueden ser desarrollados. Por ejemplo se puede usar como forraje, alimento para humanos y en la industria. Esto abre nuevas oportunidades para los productores e identificar los nichos de mercados de los cuales pueden participar, aprovechando la ventaja competitiva que tiene la mandioca frente a otros productos”, explicó Johana Aristizabal, la capacitadora colombiana que brindó el taller.En tanto, el consultor colombiano, Fernando Calle, comentó que existen más de seis mil variedades de mandioca, solo en Argentina hay 130. Explicó que conocer las distintas variedades permite cultivar la de mejor rinde en función al uso que se dará a la materia prima. “De todo el grupo de variedad, se evalúa y se escogen las mejores. Todo esto tiene que estar acompañado de investigación y tecnología. Después, las buenas prácticas agrícolas y post cosecha están ligadas al conocimiento de la variedad”, agregó.Karina Zabala, responsable del proyecto Inti Comunidad Europea, recordó que la iniciativa se lanzó en 2011 con el objetivo de mejorar la competitividad de las pymes. “A través de este proyecto trajimos más de 60 expertos según la demanda de los sectores. Se formuló el proyecto con actores locales y se consiguió traer a los técnicos colombianos”, indicó. La delegada del Inti Misiones, Andrea Acosta, manifestó que “la capacitación la venimos solicitando desde el Inti para agregar valor a la cadena productiva de la mandioca. El aporte es importante, traer conocimiento sobre los nuevos productos a elaborar con la harina de mandioca”. Insistió en que será un aporte valioso para el crecimiento del cultivo, ya que los técnicos pudieron asesorarse en campo con los dos consultores colombianos.“Tenemos que darle agregado de valor, industrialización, potenciar las industrias, primero hacer conocer el almidón, los usos, beneficios, no solo es una chipa, muchas provincias no saben que somos la única provincia que produce a gran escala el almidón, trabajar a partir de ahí”, agregó Acosta.Remarcó que “Colombia está sufriendo lo mismo que Misiones, está entrando almidón tailandés y paraguayo a un precio menor. Por esto, los especialistas recomiendan darle mayor valor agregado al producto para no competir solo con almidón nativo sino con productos que se puedan exportar”.





Discussion about this post