Miro por la pequeña ventana de mi soledad que se vuelve cada vez más pequeña con tu ausencia, mis oídos y mis ganas no soportan el consuelo del silencio, que no hacen más que aumentar las ganas de verte y escuchar esa voz que abrirá las puertas de esta celda que con tu sola presencia se llenará de luz y cobrará vida.Mientras tanto, burlonas y macabras, las agujas del reloj con su ensordecedor tic tac que reemplazaron los segundos por horas, pero no saben que estas ganas y este amor no conoce de tiempos, olvidos y ni siquiera le teme a la eterna espera. No hablo de locura ni de molinos imaginarios que se encuentran por los caminos de un soñador, tampoco de falsos espejismos frente a un sediento moribundo, hablo de lo real y concreto en el que se transforma el amor en el cuerpo de una mujer.Quiero de alguna forma expresar esas ansias que no se deben explicar sino sentir, de no contar pero si enaltecerlo apasionadamente en nombre de lo que uno ama, que es al fin y al cabo la razón de nuestra existencia como propósito en esta vida. Mientras te espero le hago compañía a una solitaria lumbre que brilla en la oscuridad, es una música pausada a medio terminar, es caminar en la inmensidad de una habitación que también en silencio espera la llegada de ese amor. Mientras te espero el desvelo se apodera de mis pensamientos y los anhelos aumentan con la necesidad de verte entrar por esa puerta haciendo que el silencio se rompa en mil añicos al escuchar tu voz y sentir tus labios como el primer acto de bienvenida para aplacar esta sed de deseo y anarquía en mi razón.Tu sola ausencia se vuelve, no solo una necesidad espiritual o la plena melancolía que se forma dentro mi ser. También se vuelve una necesidad física, al sentir mi cuerpo desnudo sin el abrigo de tus brazos en una noche de oscuro invierno.Sin el calor de tu aliento que derriten las escarchas de tu ausencia y se vuelven fuego que encenderá cualquier noche de pasión. Tu ojos se convierten en la única salida entre tanta oscuridad, ellas se vuelven vida porque me conducen a tu boca, que el besarlos se transforman en mi respirar.Mientras te espero idealizo mil formas de amar, pero con tu presencia todo se vuelve espontaneo, tus caricias, el recorrer mi mano en tu espalda forman un nuevo camino que no tiene ni principio ni final. Mientras te espero organizo mi lugar, mi humilde rincón que se vuelve un castillo esperando a la soberana más bella que transitará ese lugar. Todo esa noche se transforma en fiesta donde no dejo nada al azar, desde los cubiertos en la mesa, hasta la melodía que suena hace juego con las sábanas que frías e inmutables se convertirán en el campo de batalla en donde solo la pasión y el amor han de ganar. Mientras te espero mi alma te sale a buscar, mientras que mi cuerpo no desespera porque él sabe lo que desea y siempre te sabrá esperar. Al encontrarme, no veras al hombre más afamado o popular, no tampoco el más fuerte, pero sin dudas será el hombre más dichoso sobre esta tierra, que renunciaría a todo solo por el momento de verte llegar. Por Raúl [email protected]
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