Los dos policías detenidos por su presunta vinculación con una temible gavilla criminal, que el año pasado protagonizó un robo fallido en la sucursal que la firma Arcor posee en esta ciudad, continuarán en esa situación al menos hasta el lunes, cuando la jueza que entiende provisoriamente en la causa analice sendos planteos de excarcelación de parte de la defensa.La titular del Juzgado de Instrucción 5 de Leandro N. Alem, Selva Raquel Zuetta, entiende provisoriamente en la causa por licencia de su titular, Miguel Ángel Faría, de Apóstoles.La magistrada primero coordinará una serie de medidas probatorias para analizar si hace lugar o rechaza excarcelar a los acusados.Los sospechosos son un comisario que prestaba servicios en la localidad de San José y un sargento que, según las fuentes consultadas, trabajaba en la comisaría seccional Séptima, en Posadas.Ambos fueron detenidos el jueves 10 de este mes, después de un minucioso y paciente trabajo de entrecruzamiento de llamadas efectuado por los peritos de la Secretaría de Apoyo a Investigaciones u0009Complejas (Saic).Sobre estas personas pesa, concretamente, la sospecha de haber brindado logística e inteligencia a un grupo criminal que, el 13 de julio de 2014, efectuó un boquete en el techo de la firma Arcor e intentó abrir la caja fuerte. En eso estaba cuando sonó la alarma y debió abandonar el escenario del hecho.Al parecer, el comisario habría trabajado en el lugar haciendo servicio adicional y por esa razón estaba al tanto de la ubicación de las cámaras de seguridad y las alarmas, consignaron fuentes de las pesquisas.Sin embargo, sólo el responsable de la Distribuidora conocía de la existencia de una alarma que estaba secretamente ubicada en el edificio. Eso posibilitó que el dispositivo se accionara y los ladrones desistieran de llevarse un jugoso botín. Con posterioridad, el entrecruzamiento de llamadas estableció que el comisario mantuvo comunicación, vía teléfono celular, con el sargento y con al menos uno de los criminales antes, durante y después del robo frustrado.El 26 de mayo pasado dos maleantes, uno con el rostro cubierto con un pasamontañas, irrumpieron en Arcor, en la avenida San Martín, y a punta de pistola se alzaron con 250 mil pesos. Allí uno de ellos fue captado por las cámaras de seguridad. Con posterioridad, los investigadores vincularon al hecho a un exconvicto de nacionalidad paraguaya, conocido en el bajo mundo como “Oca”, quien a esa altura de las circunstancias estaba detenido por su presunta vinculación con el asalto a un contratista de la construcción, al que balearon cuando llegaba a su casa en el barrio San Marcos y despojaron de la suma de 315 mil pesos. Ahora creen que todos tienen que ver con todos.
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