Preparan la lente, ajustan el diafragma, se preocupan en enfocar la imagen mientras analizan las fuentes de luz y la profundidad de los espacios. Recién ahí, en ese momento que parece eterno, se encuentran a segundos de apretar el obturador para capturar una mínima, y a la vez, inmensa parte de la naturaleza. Esa es la actividad que desarrollan en la clase de biología los alumnos de todos los cursos de segundo año del Instituto Madre de la Misericordia. Porque se puede aprender mucho más de la fotosíntesis o la composición de las células a través de una fotografía.Así lo entendieron Roberto Genesini y Naike González, ambos profesores de biología en “la Madre” y se encargaron de trabajar juntos para desarrollar el proyecto “Naturaleza en foco”. “La idea surge con el objetivo de acercar al alumno a la naturaleza mediante la fotografía. Consideramos que esta es la forma menos agresiva de aproximarse a ella para poder conocerla. La intención es que encuentren el gusto por la naturaleza mediante la fotografía y que de eso surja una mayor conciencia ambiental que tanta falta nos hace. Porque si pueden encontrar el gusto, si se pueden apasionar por su entorno, va a surgir, sin tener que imponerles nada, el concepto de la conservación”, explicó Genesini en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.Además, qué mejor manera que trabajar con las imágenes, para una generación que creció con Facebook, Twitter e Instagram, entre otros. “Queremos darles el espacio para que puedan explotar al máximo la creatividad y comunicarse a través de imágenes, porque lo hacen todo el tiempo en las redes sociales, entonces quisimos aprovechar esa facilidad que tienen y vincularla con nuestra asignatura”, indicó González.Cosechando frutosEste es el tercer año en que se realiza este proyecto en el que trabajan alrededor de 130 alumnos. Para ello, se ponen en marcha una serie de cursos para que manejen todas las posibilidades a la hora de hacer una fotografía. El primero fue una charla a cargo de Melina Hernández, donde se hablaron sobre los conceptos básicos y manejo de cámara, pero de cualquier cámara: los chicos utilizan hasta sus celulares para sacar fotos. Luego, para hablar sobre la transición de la fotografía analógica a la digital, el fotógrafo de PRIMERA EDICIÓN, Juan Carlos Marchak. También llegaron desde Oberá los chicos de Elemental Ligth, que hacen fotografías con luces. “También está pendiente un curso taller de edición fotográfica, para que los chicos tengan para ir más allá del filtro de Instagram, para que puedan producir íntegramente sus fotografías”, resaltó Genesini. Todos los talleres se dictan dentro del horario escolar, incluso “a veces utilizamos horarios de otras materias pero siempre dentro del horario de clase”, contó González. Todavía está dentro de los planes para este 2015 una salida fotográfica al interior de la provincia para poder aprovechar otros espacios ya en la naturaleza propiamente dicha. Este es un trabajo que los chicos realizan durante todo el año, es más, a medida que reciben las capacitaciones se hacen ejercicios donde los alumnos presentan sus fotografías donde aplican las técnicas aprendidas. “Eso tiene una nota que suma a las restantes del cuatrimestre”, indicó la profesora. Los protagonistasLos adolescentes de hoy son fotógrafos por naturaleza. Tienen acceso a los más diversos dispositivos y muestran su vida a través de las imágenes. Entonces, quedaron encantados con el proyecto. “Es muy interesante. Cuando nos dijeron que íbamos a hacer un curso de fotografía fue ‘guau’ (sic) porque no es normal que en las escuelas digan que vamos a hacer un taller de fotografía, y que los profesores se tomen ese tiempo es muy importante”, dijo a este Diario, Pamela Ustares (14). Micaela Cordero (14) anduvo por el mismo camino: “Me encantó el proyecto, sobre todo cuando hicimos los cursos porque a mí me encanta sacar fotos. Nos enseñaron un montón de cosas y funciones de la cámara que yo no sabía que se podían usar, aprendimos otras perspectivas para sacar fotos. A mí me re gustó”, destacó la adolescente entusiasmada.Admitieron que ahora, las fotos que suben a las redes sociales en su tiempo libre, tienen calidad y algunos de los estándares necesarios para ser una gran foto. “Nos dijeron que íbamos a ver las cosas de manera distinta y es cierto. Caminás por la calle, mirás el atardecer y siempre buscás la posición para sacar una mejor foto. Te motiva más”, destacó Micaela. “Además los profes le ponen buena onda y dicen todas las cosas que nos interesan. Si querés sacar una foto y no sabes cómo, ellos te ayudan. Es muy emocionante saber nuevas cosas, a mí me encanta”, señaló Pamela.Camino a la muestraUna vez que finalice el año, se seleccionarán las mejores fotos y serán expuestas para que toda la comunidad conozca lo que ven los jóvenes sobre la naturaleza. Y no sólo sobre la naturaleza, porque la exhibición tendrá un espacio libre, donde fotografían lo que quieren, lo que les gusta, “y salen cosas muy buenas”, destacó Genesini. “Tenemos la firme intención de seguir con el proyecto porque vemos el entusiasmo de los chicos. Veremos años siguientes qué podemos agregar, pero la idea es continuar porque encontramos un nicho muy poco explorado en los colegios. Vemos la importancia que va cobrando la iniciativa porque la adolescencia es una etapa muy especial que para muchos es conflictiva, difícil; pero nosotros preferimos ver el otro lado, ver que el adolescente atraviesa una etapa de mucha creatividad, que nos sorprende a los adultos con su capacidad”, destacaron los profesores. “Queremos dejarlos volar sin demasiadas estructuras y así ellos explotan con producciones que muchas veces, realmente nos sorprenden”, finalizaron.
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