Un proyecto de ley que se apresta a debatir el Senado de la Nación, producto de una iniciativa impulsada por el Instituto Nacional de Formación Docente y el Ministerio de Educación de la Nación, propone atraer a los estudiantes “con desempeño académico destacado y vocación” a la profesión docente. “Jerarquizar la profesión docente y garantizar una formación de excelencia son los grandes desafíos pendientes en educación, la calidad del aprendizaje depende de la calidad de la enseñanza”, explicó a un diario nacional el senador chaqueño Eduardo Aguilar, autor del proyecto. La intención de “promover la opción por la docencia” alienta una mejora en la calidad educativa, siempre que se contemplen simultáneamente otras necesidades del sistema, como la infraestructura y la retribución salarial, y el marco de inclusión social imprescindible.El problema de la calidad educativa, que no es exclusivo de nuestro país, y la interdependencia entre aprendizaje y enseñanza, que relaciona el autor del proyecto, no obstante; llevan la atención hacia el propio sistema educativo. Crecientemente, los sistemas de enseñanza, y con ellos el rol del docente, registran un importante atraso en relación al desarrollo del conocimiento en las últimas décadas. Un especialista internacional destacó al respecto, que entre los años 1960 y 2013, la suma total del conocimiento accesible en todas las áreas creció 130 veces. En 2020 habrá crecido 260 veces, y para 2030, 600. No es suficiente, por lo tanto, aumentar el número de maestros y de institutos de formación. En junio pasado, la conferencia internacional de Qingdao debatió este tema en profundidad avanzando en el gran desafío, integrar la revolución tecnológica a una educación particularizada y de calidad en un contexto de inclusión y valores humanos.
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