El diario danés Jyllands-Posten provocó un escándalo en el mundo islámico cuando publicó doce imágenes satíricas del profeta Mahoma, hecho que está prohibido por esa religión. En la nota del semanario realizaron una crítica a la autocensura y la libertad de expresión en los países donde rigen los preceptos islámicos de manera más rígida y mencionaron además que ningún artista se animaba a ilustrar el libro infantil sobre el profeta, del autor danés Kare Bluitgen, si no era con la condición de que no se difundiera sus nombres. Había temor por represalias de los fanáticos extremistas. Lo que siguió a la publicación fue una serie de amenazas al semanario y los dibujantes se vieron en lo obligación de esconderse. En solidaridad con ellos, otros periódicos y revistas europeas replicaron los dibujos en sus ediciones. Las protestas se desataron por todo el mundo árabe y hubo ataques a embajadas danesas en diversos países de Medio Oriente. El periódico francés Charlie Hebdo -tristemente célebre a comienzos de este año tras el ataque terrorista contra sus instalaciones- publicó más caricaturas y hasta sufrió un juicio en 2007 por “Injurias de base religiosa”, pero sus editores fueron absueltos.
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