La construcción comenzó a fines de 1833, se intensificó en 1837 y la terminaron en 1838. De acuerdo a cartas manuscritas de Francia que se encuentran en el Archivo Nacional de Asunción, él mismo controlaba los trabajos con rigor y exigencia, las órdenes las recibía el comandante Morínigo de Encarnación quien era el responsable de hacerlas ejecutar y controlar los trabajos.La Guardia o Campamento de San José: Para los paraguayos fue siempre La guardia o Campamento de San José siendo este nombre el que prevaleció de aquel lado. Los correntinos la designaron de varias maneras: Trinchera de Itapúa, Trinchera de los paraguayos, Garganta de San José, Rinconada de San José y Trinchera de San José. Su evolución acompañó los cambios políticos de ambos países.Era un murallón de piedra de 2,50 metros de altura, 1,50 metros de ancho y 2 o 2,50 kilómetros de longitud, dato que varía según el investigador. Tenía un zócalo del lado interior para que los ocupantes pudieran observar lo que sucedía fuera de la muralla. En 1974 José Antonio Vázquez escribió “ Gaspar Rodríguez de Francia visto y oído por sus contemporáneos”, la descripción que hace de la muralla es portentosa y personalmente pensamos que exagerada pero vale la pena transcribir algunos párrafos: “…con perfil almenado y cuajado de torreones con boca de fuego batiendo todos los ángulos del horizonte. Este murallón que se extendía ininterrumpidamente hasta perderse de vista, arrancando del bañado de la laguna de San José al borde del Paraná para después de describir un dilatado semicírculo de muchos kilómetros, volver a encerrarse un monstruo semienroscado sobre el mismo río”.Dentro se levantaban los cuarteles de la tropa, el alojamiento de oficiales y sargentos, parque de armas y otras dependencias auxiliares.Una calle separaba de cada lado las distintas construcciones. En los dos extremos estaban los potreros o rinconadas en donde guardaban el ganado que arreaban de Misiones que si bien dependía de Corrientes administrativamente, hasta Candelaria no había tropas que defendieran esta parte como si fuera tierra de nadie.Tipo de comercio y el recorrido de las carretas exportando e importandoParaguay tenía un importante comercio de exportación e importación, la caravana de carretas salía de Asunción, llegaba a Itapúa, cruzaban el Paraná a la altura del Campamento San José, seguían a Puerto Hormiguero y San Borja asegurándose una salida al río Uruguay y al Océano Atlántico. Las mercaderías que importaban seguían la misma ruta. Al llegar al Campamento de San José se detenían porque el lugar cumplía función de aduana. Se debía abonar el pase del Paraná y el expendio de papel sellado. Si descubrían mercaderías de cualquier tipo introducidas subrepticiamente a Encarnación eran devueltas al Campamento San José y quedaban en depósito hasta que el dueño las retiraba y cumplía con los arreglos de la comandancia establecida del lado paraguayo.De acuerdo a documentación consultada en el ANA, el 22 de abril de 1844 el problema fue con un cargamento de armas, los dueños debieron abonar en concepto de pase y sellado la suma de 35 pesos y 6 reales moneda corriente.Además de ser cabecera de la ruta que llegaba a San Borja, aduana y rinconada era un importante lugar de apoyo para las embarcaciones que navegaban hasta el Alto Paraná.Hipótesis de conflictos con Buenos AiresEl gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas nunca reconoció la independencia del Paraguay y le negaba la libre navegación de los ríos Uruguay y Paraná. Al hacerse cargo del gobierno en Asunción el doctor Carlos López, temiendo siempre un ataque desde Buenos Aires por el río Paraná, decide fundar otro campamento en algún sitio estratégico que le permitiera avistar la posibilidad de un ataque fluvial.El comandante Basilio Ojeda, con asiento en Encarnación, es el encargado de buscar el lugar apropiado. Dice Margarita Durán Estragó en su libro “Villa Encarnación- Campamento de la Independencia-1843- 1906”: “En febrero de 1844, Ojeda fue al Campichuelo con tres vecinos de la villa a sondear los posibles lugares donde podría levantarse aquel cuartel”. Envía a Asunción un detallado informe, en el cual dice también: “…que el campamento debía ser de 25 lances en cuadro, de seis varas cada uno para poder dar alojamiento a mil soldados…”.Frente a Campichuelo está Candelaria, en ese lugar el Paraná hace una pronunciada curva lo que permite una visión más extensa del río. Deciden desmantelar en parte el Campamento San José. En una carta de Ojeda, del 11 de septiembre de 1844 leemos lo siguiente: “He pasado al Campamento de San José y he visto la madera que contiene todos los cuartos y toda ella es rolliza y algo endeble. La casa de teja que sirve de guardia en el portón de la muralla contiene buenas maderas y labradas. Ahora con la deserción de los dos soldados vueltos de aquel punto, quisiera en este momento conformar el nuevo campamento de este lado que en el mapa se señala como el número 5”.Los dos comandantes convinieron que pasen tres compañías a Villa Encarnación. Consideraban que era suficiente dejar cuatro compañías en el campamento San José de acuerdo a las funciones que cumplía. Llevaron además, entre otras cosas 63 fusiles.En otra carta de Ojeda del 20 de octubre de 1845 dice: “En estos días trasladaré el asta Bandera del Campamento de San José al de la Independencia”.Del libro ya citado de José Antonio Vázquez rescatamos la siguiente descripción: “En lontananza, ante la mirada de las patrullas correntinas que deambulaban en los montes y las soledades del desierto misionero, La Fortaleza aparecíase de improvisto con aspecto impresionante y sobrecogedor. Más allá de las murallas, la punta de un altísimo mástil de urunday, enhiesto como una aguja, casi pinchando el cielo, flameaba el símbolo tricolor de la legendaria, respetada y temible República del Perpetuo Dictador”.En todo caso el Campamento San José también se quedó sin asta y sin bandera en beneficio del Campamento Independencia desde donde, según las hipótesis de conflicto, esperaban un ataque que nunca llegóLa Guerra de la Triple AlianzaEn octubre de 1865, a pocos meses de comenzada la guerra, una columna de la República Oriental al mando del mayor Nicomedes Castro recuperó Trinchera provocando la fuga de los soldados paraguayos. En la obra de Antonio Conte “Gobierno Provisorio del Brigadier General Venancio Flores- Guerra del Paraguay”, tomo I, se encuentra la narración del episodio militar: “Señor General en jefe del ejército aliado de vanguardia,Brigadier General don Venancio Flores. Campo en Trinchera de San José , frente al Pueblo de Itapúa, hoy Encarnación, Octubre 3 de 1865. “Mi estimado General: son las 10 y media de la mañana,
hora en que acabo de acampar en este punto. “Por el parte adjunto del Coronel Reguera se informará del suceso de armas y triunfo que hoy hemos obtenido sobre los paraguayos, haciendo flamear los pabellones argentino y oriental en la rivera del Paraná”. El oficial explica que forzaron la tranquera y el Mayor Nicomedes Castro que estaba de servicio hace poner en posición de ataque a los tiradores y los soldados que se encontraban en el campamento huyeron con las canoas que tenían en el puerto. Llegaron a intercambiar algunos tiros. Informa también que dejan una guardia en el lugar para observar los movimientos del otro lado. Firma Enrique Castro.Dice el escribano e historiador Aníbal Cambas: “Corrientes rememora emocionado el combate del Riachuelo que le permitió recuperar su Capital en el curso de la contienda, pero nosotros ignoramos la acción del 3 de octubre de 1865, en que tropas del Comandante Reguera y Mayor Castro, reincorporaron al patrimonio nacional el área que corresponde a nuestra ciudad, no fundada, creada o definida legalmente como población entonces, pero que con los años cobraría la significación que le asigna su realidad actual”.El 3 de octubre de 2015 se cumplen se 150 años de este episodio, menor desde el punto de vista bélico pero trascendental en el conjunto de los hechos porque cortó el camino de las tropas paraguayas a través del Campamento San José desmantelado veinte años antes por una hipótesis de conflicto que nunca dejó de ser una hipótesis.Por Estela Gentiluomo de Lagier Docente, escritora, historiadora• Nació en Buenos Aires. 17/11 /1939• Maestra normal, Profesora de FrancésFinalizó sus estudios secundarios en Nuestra Señora del Rosario y Colegio Santa María de Posadas egresando en 1957 como Maestra Normal Nacional. Esposa de Bernardo Lagier, tuvo con él cuatro hijos y siete nietos. Profesora de Francés (Facultad de Humanidades). Maestra en Candelaria y Colegio Santa María. Enseñó francés en Alianza Francesa y colegios de Posadas. Viajó a Congresos de francés en Thesalónica, Grecia, 1988; Lausana, Suiza, 1992 y París, Francia en 2000. Fundó y presidió la Asociación de Profesores de Francés. En los 90, investigó y participó con once trabajos en cinco “Jornadas de Poblamiento, Colonización e Inmigración en Misiones” en el Isarm.
Discussion about this post