Villa Lago Meliquina, una alternativa para disfrutar la magia natural que resume en un solo lugar la forma de sentir y vivir de varios poblados patagónicos.A veces es cuestión de suerte, de girar en un cruce de caminos y encontrarse con un paraíso perdido en los mapas. Otras, es debido a un dedo que señala y una voz amiga que dice “siga recto por esta ruta, que se encontrará con un sitio de ensueño”. Esto último nos ocurrió la primera vez que visitamos Villa Lago Meliquina, uno de los secretos mejor guardados del corredor de los lagos de la Patagonia argentina.Marco inigualableVilla Meliquina se encuentra sobre la cabecera este del lago homónimo, en un pequeño valle rodeado de montañas. Los primeros pobladores se establecieron en los años ochenta, luego de que los propietarios de esas tierras, la familia Steverlynck, decidieran lotear una parte de su estancia.Mucha agua ha pasado desde entonces bajo el puente que cruza el río Meliquina y que da acceso a la villa: las pintorescas casas fueron pincelando el paisaje para convertir hoy a la localidad en uno de los lugares más bellos y de mayores proyecciones turísticas en la Patagonia.De clara filosofía conservacionista, la mayoría de las casas del pueblo utilizan generadores de energía eólica y el concepto de “basura cero” ya es una realidad. Los servicios de la villa tampoco se quedan atrás: existen variadas posibilidades de alojamiento, desde hotelería de 4 estrellas, pasando por establecimientos tipo lodge, hasta complejos de cabañas. Por otro lado, los restaurantes del lugar son conocidos por sus abundantes platos regionales y por la calidad de sus parrilleros.El marco natural donde se encuentra instalada la localidad es un capítulo aparte. El río Meliquina nace en el lago y recorre la extensión del pueblo dibujando un paisaje inolvidable; es un curso de agua de gran valor deportivo para los amantes de la pesca con mosca. Una joyita: antes de que el sol se esconda, en esos momentos en que todo se pinta de amarillo, el viajero no debe perderse el baile sincronizado de las truchas arcoiris que muestran su brillo mientras se alimentan durante las eclosiones de insectos. Por eso no se olvide de Villa Lago Meliquina, uno de los sitios más bellos de la Patagonia.Una ruta para disfrutarPara visitar Villa Meliquina desde San Martín de los Andes, a sólo 36 kilómetros de distancia, basta con tomar la ruta de Los Siete Lagos hasta llegar al control de gendarmería frente al río Hermoso y, una vez ahí, girar por la ruta provincial número 63.Serpenteando la margen sur del lago bajo la sombra de los árboles nativos, se pasa frente a los primeros clubes de pesca de la región, establecidos en la zona desde la década del treinta.Mientras recorre el camino, más de una vez el viajero siente el deseo de parar a tomar fotos o de disfrutar de la tranquilidad de los bosques junto al espejo de agua. Finalmente, luego de recorrer los 13 kilómetros de ripio que lo separan de la ruta de asfalto, se encuentra el pueblo coronando el final del lago.Breve historia de la ciudadLa zona de la cuenca del lago Meliquina y su desagote, el río Caleufu han estado poblados desde hace unos diez mil años ya que en la región hay sitios arqueológicos de esa edad.El nombre Meliquina proviene del lago y significa “cuatro puntas” o “cuatro rincones” en idioma mapuche. En el valle del Caleufu habitaron nativos de la etnia Poya (de origen Tehuelche) y posteriormente, con la llegada de los españoles al sur de Chile, fueron llegando nativos de etnia Mapuche a la región. Estos desplazaron a los pobladores originarios y son los que actualmente pueblan la región.Musters, Cox y Moreno pasaron por el valle del río Limay entre 1860 y 1870, cuando Sayhueque gobernaba las tribus “manzaneras” desde su toldería en Caleufu.Otras alternativasDesde Villa Meliquina y siguiendo por la ruta 63 se pueden realizar varias excursiones como la visita del lago Filo Hua Hum (ubicado a sólo 20 kilómetros del lugar), Casa de piedra (un paisaje sobrecogedor de formaciones rocosas que alberga una cueva antiguamente ocupada por los primeros habitantes de la zona) y el río Caleufú, una excelente opción para pasar el día disfrutando de sus pozones, de sus rápidos y para pescar truchas.Desde el centro de Villa Meliquina, km 0, yendo hacia el Oeste por RP63 y luego de cruzar el puente sobre el río Meliquina se ingresa al Parque Nacional Lanín.El camino bordea al Lago Meliquina por su lado sur (que es parte del Parque Nacional) en un bosque de coihues; sobre el lado norte se encuentra el Cerro Meseta Alta. Fuente: Interpatagonia
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