POSADAS. Con la mirada fija en la nada, Rocelí Dos Santos (35) prefirió mantener el silencio, al menos por ahora. La única imputada por el crimen de Ageda Teodocia Duarte (34) se abstuvo de declarar ayer, en la primera jornada del debate oral y público que se lleva adelante en el Tribunal Penal 2 de Posadas, donde se buscará establecer su responsabilidad en el hecho.“Partícipe necesario de homicidio calificado crimins causa en conexidad con sustracción de menor y tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil” es la carátula que pesa sobre la mujer, que de todas maneras podrá pedir la palabra en cualquier momento de un juicio que se desarrollará -al menos- hasta la primera semana de mayo.Ante el tribunal conformado por los magistrados Juan Calvo, Roque González y Marcelo Cardozo -subrogante de Alfredo Escribano- ayer testimoniaron cuatro testigos, entre ellos el policía que encontró a la beba y la maestra que la amamantó y la cuidó hasta que se la entregó a los familiares de la víctima.Ronda de testimoniosEl debate comenzó cerca de las 11 en la sala de audiencias de San Martín al 1400, cuatro años después de la sangrienta muerte de Duarte, en la madrugada del 26 de noviembre de 2007.Aquella vez un desconocido irrumpió en la vivienda de Ñu Porá, se robó a la beba de 29 días de vida y mató a Ageda de un tiro en el pecho. La criatura fue encontrada al día siguiente en la casa de Dos Santos, donde también se halló el arma homicida, un revólver calibre 22 largo marca “Doberman”. Todo a apenas dos cuadras de la escena del crimen.Tras la apertura del debate, el doctor Miguel Varela -defensor oficial de la única imputada- solicitó al Tribunal un registro médico perteneciente al hospital psiquiátrico Ramón Carrillo, donde la acusada habría estado internada un tiempo antes de que se consume el homicidio. En principio, la estrategia de la defensa residiría en declarar inimputable a Dos Santos, quien -por ejemplo- a lo largo de la investigación se contradijo y dio, por ejemplo, cuatro fechas de nacimiento distintas.Minutos antes del mediodía finalmente Rocelí Dos Santos se sentó en el banquillo de los acusados. Contó algunos pormenores de su dura infancia en El Soberbio, pero no más: cuando llegó la hora de declarar, decidió abstenerse, amparándose en que podrá hacerlo en cualquier otro momento del juicio.“No me siento bien”, argumentó la mujer, tras lo cual la secretaria del tribunal dio lectura de la indagatoria a la que fue sometida en la etapa procesal.En aquel momento, Dos Santos se declaró inocente y aseguró que fue amenazada por José Antúnez -el otro imputado que tuvo la causa, sobreseído con anterioridad, aunque culpable confeso del delito de tenencia ilegal de arma de fuego- para que dijera que la beba raptada era suya.Ante la instrucción, la imputada había dicho que Antúnez llegó a su casa después del hecho, guardó el arma en el techo de la vivienda y dejó a la criatura en un arroyo cercano, de donde finalmente la rescató. Es de suponer que, si en algún momento del debate hace uso de su derecho a declarar, Dos Santos ratificara esa versión para probar su inocencia.Luego de la negativa de la acusada comenzó la ronda de testigos. La primera en declarar fue Sonia Rojas (39), maestra y profesora de Historia, quien fue la que reconoció a la beba como la hija de Ageda después del sangriento episodio.Veinte días antes del crimen Rojas conoció a Duarte y desinteresadamente se comprometió a colaborar con la humilde mujer, que “comenzó a trabajar en la limpieza de la escuela a cambio de un plato de comida para sus hijos”, recordó.La docente hasta amamantó a la recién nacida en los días previos al crimen y, una vez que la Policía dio con la bebé, confirmó las sospechas y permitió el esclarecimiento del caso. La mujer se emocionó en varias oportunidades durante los treinta minutos que duró su declaración.Después testificó también una amiga cercana a Ageda Duarte, Ramona Beatriz López, quien entre otras cosas aseguró que -para ella- la víctima no sería capaz de vender a uno de sus hijos más allá del nivel de pobreza en el que vivía. La jornada se cerró con la declaración del oficial principal Sandro Martínez, actual director del Instituto Superior de Formación Técnica y Profesional de la Policía de Misiones, cuya labor permitió hallar a la criatura secuestrada.El uniformado brindó detalles del momento en el que finalmente dieron con la beba y de las contradicciones en las que cayó la imputada a la hora de exhibir la documentación del supuesto parto, que le generaron las sospechas que finalmente comprobó.Después de cuatro horas, el Tribunal decidió pasar a un cuarto intermedio hasta hoy, cuando desde las 8.30 se reanude el debate en la sala de audiencias de la capital provincial.Según las estimaciones, el juicio contará con otras cinco jornadas y finalizará, de no mediar imprevistos, en la primera semana de mayo. Para esos días la Justicia deberá decidir qué grado de participación le cabe a Dos Santos en el crimen de Ageda Duarte, su vecina. El hombre más buscado del díaUno de los testigos previstos para la jornada de ayer no se presentó a declarar. Aunque había sido citado por la Justicia, Rubén A. no apareció por el Tribunal Penal 2, por lo que las autoridades requirieron su presencia mediante el uso de la fuerza pública.Alrededor de las 11, una patrulla policial partió hacia un conocido supermercado de la avenida Uruguay, donde el testigo trabaja, pero el mismo ya se había ausentado.Entonces, un móvil de la comisaría seccional Quinta llegó hasta el domicilio de Rubén A. para informarle de su situación y de la obligación de comparecer ante la Justicia.“Dejen de molestar, no voy a ir”, le habría dicho el testigo a los uniformados, tras lo cual cerró la puerta y prácticamente se “atrincheró” en la vivienda.En las próximas horas la Justicia solicitaría la comparecencia del individuo en el estrado mediante la utilización de la fuerza pública. Su testimonio es considerado importante para la causa.
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