BUENOS AIRES (NA). Alejandro Vandenbroele, titular de la ex Ciccone Calcográfica y supuesto allegado del vicepresidente Amado Boudou, ahora quedó en el medio de una investigación por supuesto lavado de activos, que rondaría los nueve millones de pesos.Según indicó un matutino porteño, los datos se desprenden de fuentes correspondientes a un equipo de investigación vinculado a la Unidad de Información Financiera (UIF), que preside José Sbatella.Vandenbroele, el supuesto allegado al vicepresidente que cobró notoriedad en la causa por supuesto tráfico de influencias que involucra a Boudou, ahora está en medio de otra investigación por eventual lavado de activos antes de que la empresa Ciccone cambiara de manos. Esta pesquisa se basa en tres informes que recopiló la UIF sobre Boudou, José María Núñez Carmona (amigo del vicepresidente) y Vandenbroele, además de socios, directores, ejecutivos de las sociedades y apoderados, de quienes se indagó también las cuentas bancarias en el país y en el exterior. Los datos del primer informe fueron aportados por la “Red Egmont” sobre los movimientos patrimoniales, financieros y bancarios de Vandenbroele en torno a datos brindados por la unidad antilavado de España. El segundo es un reporte de operación sospechosa (ROS) remitido por la AFIP, el cual se centró en el socio de Boudou, Núñez Carmona, luego de que éste blanqueara siete millones de pesos durante 2009, beneficiado por la Ley de moratoria y blanqueo 26.746.
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