POSADAS. Con las marcas de la violencia en sus cuerpos, cinco de los heridos que dejó una feroz batahola entre prefecturianos y civiles en un confuso episodio registrado el último domingo acusaron a los efectivos de la fuerza por la brutal agresión que recibieron, según ellos, sin ninguna razón.Jorge Mareco (31), Gustavo Silvero (30), José Carvalho (21), Dunar Badic (29) y Joaquín Mareco (26) viajaron ayer desde Jardín América, donde residen, hasta Posadas. En la capital provincial se trasladaron hasta la fiscalía del Juzgado Federal y radicaron la denuncia por el violento accionar de los prefecturianos. Después, contaron su versión de los hechos ante los micrófonos de PRIMERA EDICIÓN.Como este medio publicó en su edición de ayer, todo sucedió entre las 19.30 y las 21 del pasado domingo en el Club de Pesca Aristóbulo del Valle, emplazado en las costas del río Paraná, en Puerto Leoni.A esa hora ya sólo quedaban cerca de una docena de los ochenta asistentes al cumpleaños de Joaquín. Fue entonces que arribaron por tierra dos uniformados y se entrevistaron con uno de los heridos.“Llegaron dos, se identificaron como gendarmes y nos pidieron que le prestemos la lancha. A nosotros nos llamó la atención que estaban vestidos con ropa de Prefectura, entonces le dijimos que no. Eran cerca de las 19.30 y el cumpleaños ya estaba terminando”, relató Jorge Mareco, hermano del cumpleañero.Al parecer, tras la negativa la pareja de prefecturianos volvió a subirse en el WV Gol en el que había llegado y se retiró del lugar sin dar mayores explicaciones. No obstante, diez minutos después los hombres de Prefectura volverían al predio y se desataría la verdadera hecatombe, que incluyó disparos de balas de goma y también, según fuentes policiales, de armas de fuego.“A los diez minutos aparecieron unos siete efectivos pero ahora por el río, en una lancha. Ahí ya llegaron ‘reventando’ tiros. Como pudimos, los que estábamos en el lugar tratamos de salir de ahí”, relató Mareco, quien en ese momento intentó buscar refugio en su camioneta.Ante el sorpresivo ataque, “uno de los encargados del club llamó a la Policía”. Mientras, arribaron a la escena dos camionetas de Prefectura con una docena de uniformados. Entonces, comenzó la batahola.“Nos dispararon con una escopeta de perdigones y hasta dispararon con armas de fuego. Nos encañonaron a todos y, mientras nos golpeaban, nos decían que eramos unos ‘paraguayos de mierda’. Los que hablaban tenían acento porteño, parecía que no eran de acá”, relató Jorge. En su Toyota Hilux quedaron las marcas de la violencia: el parabrisas quebrado de un “culetazo” de fusil y las distintas marcas que dejaron en la chapa los impactos de los proyectiles de goma.Siempre según el relato de los heridos, los prefecturianos los redujeron, los acostaron en el piso y comenzaron a golpearlos: “se burlaban y hasta sacaban fotos, porque a dos de nosotros nos dejaron semidesnudos. Decían que nos sacaban las fotos para reconocernos después y ‘embagallarnos’”.En medio del tumulto, otro de los asistentes a la fiesta, Hugo Martínez (30), se lanzó al río para eludir los balazos. Fue “rescatado” del agua por los prefecturianos, aunque aparentemente también recibió una golpiza y “hoy -por ayer- fue derivado al hospital Madariaga con golpes internos en la cabeza”.Además, un adolescente de 17 años identificado como Osvaldo permanecía internado anoche en un centro asistencial privado de Puerto Rico con golpes y lesiones en distintas partes del cuerpo, afortunadamente sin riesgo de vida.Una vez que los efectivos de la comisaría local junto con uniformados de la Unidad Regional IX llegaron al lugar, todo volvió a la calma. Entonces, arribó también a la escena el magistrado Éctor Acosta, del Juzgado de Instrucción 1 de la Cuarta Circunscripción Judicial.Sin embargo, Silvero, Carvalho, Badic y los hermanos Mareco viajaron ayer por la mañana desde Jardín América hasta Posadas para radicar la denuncia correspondiente en la fiscalía del Juzgado Federal de la capital provincial, a cargo del doctor Juan Carlos Tesoriero.Fuentes consultadas por este medio confirmaron que la presentación fue realizada y que ahora la Justicia investiga qué fue lo que sucedió el domingo por la noche en el club de Puerto Leoni para disponer los pasos a seguir.Prefecturay la versión que dio antela JusticiaFuentes de estricta confidencialidad relataron algunos detalles del informe que los efectivos de la Prefectura Naval Argentina presentaron ante la Justicia Federal después del confuso procedimiento que se llevó a cabo el domingo en Puerto Leoni.Según comentaron voceros cercanos a la investigación, los prefecturianos tenían varias patrullas desplegadas en el sector ante la posible presencia de botes que intentaban ingresar marihuana al país desde la costa paraguaya.Al parecer y según la versión oficial, un grupo de uniformados vigilaba la costa con una cámara térmica cuando divisó una barcaza que no esperaban en el operativo y que había cruzado por tercera vez el Paraná, siempre atracando en el club donde se llevaba adelante el cumpleaños.Fue entonces que un grupo de prefecturianos se acercó al lugar para identificar a los presentes en el predio del club, donde habrían sido recibidos de manera violenta por los asistentes a la fiesta.Así, siempre según el informe prefecturiano, quienes festejaban el cumpleaños de Joaquín Mareco comenzaron a agredir a los agentes con palos y piedras e incluso algunos habrían intentado quitarle el arma reglamentaria a los efectivos del orden.Es en ese accionar en el que los prefecturianos se basarían para explicar los disparos de perdigones de goma y granadas de gas lacrimógeno.En tanto, en el documento no constarían los disparos de arma de fuego que presumiblemente habrían ejecutado los uniformados. Si bien en el informe policial se confirma que en la escena se hallaron vainas servidas de calibre 9 milímetros, oficialmente desde PNA no reconocerían que se disparó con munición de plomo.Así las cosas, la otra cuestión que figuraría en el parte tendría que ver con el prefecturiano lesionado -que fue atendido en una clínica privada de Puerto Rico- pero nada más. Será ahora la Justicia Federal la que confirme cómo sucedió todo.
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