POSADAS. Nicolás tiene 24 años y le resta defender su tesis para obtener el título de ingeniero químico en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Trabaja en la petrolera internacional “Perforaciones San Antonio”. Alfredo tiene 19 años y cursa en forma simultánea el primer año de dos carreras de la UBA: Ciencias Matemáticas y de Ciencias de la Computación. Trabaja como programador en la internacional Sistemas Bejerman, empresa que le paga el alquiler del departamento y sus gastos diarios para vivir en Buenos Aires y estudiar en la universidad. Alejandro tiene 17 años y cursa el último año del secundario en el Instituto José Manuel de Estrada de esta ciudad en la que vive desde los dos años (nació en Rosario). Quiere ser licenciado en matemática. ¿Qué tienen en común estos jóvenes criados en la tierra colorada? Los tres representaron al país en la Olimpíada Internacional de Matemática. Nicolás Romero fue el primer misionero en integrar el seleccionado argentino en matemática (son sólo seis alumnos). Fue en 2005, en México. Alfredo Umfurer, de San Vicente, fue elegido dos años consecutivos entre los 200 campeones de matemática del país para representar a la Argentina, en Alemania en 2009 y en el país euroasiático Kazajstán en 2010. Alejandro Candioti encabezó el año pasado -con el mejor puntaje del país- el equipo nacional que participó en el mundial de matemática en Holanda y desde hace más de un mes entrena en forma intensiva para participar de las pruebas selectivas para el mundial de los números que este año -por segunda vez- tendrá sede en Argentina. De más está decir que los tres aman los números. Pero más allá de la pasión que sienten por las ciencias exactas dedican muchísimas horas de su vida al estudio y el entrenamiento. Son chicos con gustos parecidos a sus pares, les gusta el fútbol, la música y salir con sus amigos. Al igual que ellos hay una gran cantidad de misioneros (algunos en la escuela, en la universidad y otros ya profesionales) que se entrenaron y participaron de los certámenes matemáticos, forman parte de esta comunidad que les ayudó a cambiar la óptica de sus vidas. Cuatro misioneros al selectivo Este jueves 3 y viernes 4 de mayo se realizará en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el selectivo para elegir a los seis estudiantes que formarán el seleccionado argentino para el 53º mundial de matemática. Como siempre, las evaluaciones son corregidas por los docentes de la Universidad de Buenos Aires y sus resultados son dados a conocer en el plazo de 15 y a 20 días. Recién entonces, se sabrán los nombres de estos tres alumnos titulares y tres suplentes que competirán con sus pares de 115 países del 4 al 16 de julio en Mar del Plata. Participan de este selectivo alrededor de 200 alumnos de las distintas provincias que lograron aprobar la Olimpíada Matemática Argentina (OMA). Desde Misiones, viajarán el Día del Trabajador en un colectivo rumbo a Buenos Aires Alejandro Candioti del Instituto José Manuel Estrada; Axel Skrauba y Jonathan Ayala de la Escuela Normal 13 de San Vicente; y Norberto Schmid del Liceo Naval Almirante Storni de Posadas.“Estos cuatro alumnos de nuestra provincia aprobado el certamen nacional 2011 y eso les permitió recibir en sus domicilios los Seminarios de Entrenamiento desde la UBA y ahora van a competir en la Universidad Austral de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con otros 200 estudiantes del país. Para aspirar a estar entre los seis primeros y ser titular del equipo argentino”, detalló a PRIMERA EDICIÓN la secretaria regional de la OMA, la profesora Carmen Ríos.La docente agradeció al Consejo General de Educación (CGE) que aportó los pasajes para todos los chicos y para el docente acompañante, “esta ayuda es muy importante debido al costo de los mismos”, admitió. Sin triunfalismos Si bien es cierto que a las olimpíadas de matemática llegan sólo los alumnos más destacados, la secretaria regional de la OMA, Carmen Ríos, destacó el desempeño de centenares de alumnos misioneros que participan en los certámenes de matemática. “Algunos minimizan la tarea que hacemos desde la OMA porque dicen que está orientada a los alumnos más brillantes, los que se destacan en matemática. Pero lo cierto es que tratamos de enseñar a los chicos una manera distinta de entender y aprender la matemática. Nuestra comunidad no es cerrada y, poco a poco, va creciendo. Cuando veo cómo siguieron sus vidas los chicos que pasaron por las olimpíadas me siento orgullosa por todo lo logrado por ellos. ¿Se acuerdan de Federico Meier? Él obtuvo muchos logros pero no salió campeón ni llegó al mundial de matemática… pero acaba de aprobar con 10 todas las materias para ingresar a Ingeniería de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Las autoridades de la universidad confirmaron que no recuerdan un caso anterior similar. Estoy orgullosa de todos estos alumnos ”, aseguró la profesora Ríos. Campeón nacional“Estoy muy bien y contento”Con bastante más melena que hace un año, Alfredo Umfurer contó desde Buenos Aires: “Estoy muy bien, aprobé el Ciclo Básico Común (CBC) el año pasado y este año estoy cursando el primer año de las licenciaturas de Matemática y Computación. Trabajo como programador en Sistemas Bejerman. Estoy muy contento”. Este joven nació en la chacra, oriundo del Paraje Primavera de 25 de Mayo. La primaria la hizo en la Escuela Rural 550 de 25 de Mayo y a fines de 2010 terminó sus estudios secundarios en la IEA 3 de San Vicente, donde fue elegido abanderado. A los trece años empezó a participar de las Olimpíadas de Matemática Argentina (OMA). De 2006 a 2010 cosechó innumerables premios en competencias regionales, nacionales e internacionales. En dos ocasiones fue convocado como titular del seleccionado argentino para el mundial de matemática. A fines de 2010, los padres de Alfredo respiraron aliviados pues su hijo podría estudiar en la universidad. Es que los propietarios de una de las empresas de software más grandes de Argentina anunciaron a la familia su voluntad de apadrinar sus estudios. Alfredo vive en un departamento de Belgrano alquilado por esta empresa donde hace una pasantía rentada. El primero en llegar a la selecciónHace seis años, exactamente en mayo de 2005, Nicolás Romero -que cursaba el cuarto año de la secundaria en la Escu
ela Normal Estados Unidos del Brasil- se convirtió en el primer estudiante misionero en ser elegido miembro titular de la selección argentina para el mundial de matemática que se hizo en México. Con este adolescente -que hoy es todo un profesional de 24 años- la comunidad matemática misionera comenzó a crecer en cantidad y calidad. Durante todos estos años, Romero participó en numerosas ocasiones en las actividades organizadas por la OMA en su tierra natal. Además, participó activamente en el entrenamiento de estudiantes misioneros. Su departamento se convirtió en muchas ocasiones en el lugar donde pararon los alumnos de esta provincia cuando necesitaron alojamiento durante sus viajes a Buenos Aires para entrenarse en la universidad. Desde Buenos Aires, escribió a PRIMERA EDICIÓN: “Comencé en el 2006 a estudiar Ingeniería Química en la Universidad de Buenos Aires. Ese año hice el CBC y el año pasado terminé el quinto año de la carrera. Ya terminé de rendir todas las materias y presenté la tesis. En este momento estoy esperando que me den la fecha para la defensa de mi trabajo final”. Contó además que “conseguí trabajo en una petrolera internacional. Es una Multinacional llamada Perforaciones San Antonio”. Atrás quedó el niño que comenzó a entrenarse en matemática a los diez años. Tarea que cumplía todos los días durante cuatro a cinco horas. Hasta quinto grado (hizo su primaria en la Escuela Félix de Azara 1) entrenó bajo la tutela de un profesor pero a partir de entonces continuó solo. “Casi siempre tengo en la cabeza un problema matemático y no puedo olvidarlo hasta que lo resuelvo. A veces interpreto cosas de la vida cotidiana como un ejercicio matemático, con funciones, vectores… pero a diferencia de los resultados matemáticos, la vida no siempre coincide con lo esperado, no es tan previsible”, analizaba a sus 16 años en una entrevista con este diario. Un poco de historia desde Rumania Formalmente, las Olimpíadas Internacionales de Matemáticas (IMO) comenzaron en Rumania en 1959 y participaron siete países. Pero sus inicios se remontan al siglo XIX en Hungría. Al principio eran torneos matemáticos. Pero poco a poco se fueron sistematizando hasta convertirse en olimpíadas. Desde esa primera olimpíada en 1959, el mundial de los números se realizó todos los años a excepción de 1980. Desde la época de la Guerra Fría hasta hoy en día, con una misma premisa: año a año se alternan -como sede de la competencia- un país de Oriente y otro de Occidente. El año pasado fue en Holanda y este año, por segunda vez, será en Argentina, más precisamente en Mar del Plata. Los organizadores de esta competencia internacional querían hacerla en Puerto Iguazú pero el gobierno provincial no mostró suficiente interés cuando hace poco más de un año realizó las gestiones el presidente de la Olimpíada Matemática Argentina (OMA), Juan Carlos Dalmasso. Renacer después de la dictadura Fue en 1967 cuando la comunidad matemática argentina vio la necesidad de crear una actividad que desarrollara la educación matemática a través de competencias olímpicas. Para estas primeras olimpíadas nacionales se seleccionaban algunas escuelas para que participen del pre-olímpico. En 1974 y durante la última dictadura militar fue suspendida la actividad que retomó en 1983, con el retorno de la democracia. Argentina participó en la instancia nacional (IMO) por primera vez en 1988. Fue en Australia. A partir de 1990 la OMA cuenta con un subsidio del Ministerio de Educación de la Nación, lo que permitió contar con recursos para ampliar sus actividades. A partir de 1992 comenzó la olimpíada de matemática Ñandú en la que participan los alumnos de quinto, sexto y séptimo grado de todo el país. Cómo es la competencia La Olimpíada Internacional de Matemática (IMO) cuenta con un jurado internacional integrado por un profesor de cada país y aislado de los alumnos, elabora las pruebas a partir de un listado previo de problemas, y traduce las mismas a los idiomas requeridos por cada alumno. En 2011, estas pruebas fueron traducidas a 47 idiomas. La competencia consta de dos pruebas donde los alumnos resuelven, en forma escrita, seis problemas matemáticos de alta complejidad en nueve horas durante dos días consecutivos.Luego de la competencia, los profesores de cada país deben acordar en el Tribunal de Coordinación el puntaje que obtiene cada uno de los estudiantes de su país. Luego del examen, los alumnos dedican todo su tiempo a intercambiar información sobre temas comunes y participar de actividades de todo tipo organizadas exclusivamente para ellos. La competencia concluye con una ceremonia de clausura y entrega de medallas a los alumnos premiados.En los últimos años, la IMO fue organizada por los siguientes países: Argentina (1997), Taiwán (1998), Rumania (1999), Corea del Sur (2000), USA (2001), Reino Unido (2002), Japón (2003), Grecia (2004), México (2005), Eslovenia (2006), Vietnam (2007), España (2008), Alemania (2009), Kazajstán (2010), Holanda (2011) y este año, otra vez Argentina. La Fundación IMO se ocupa de difundir esta competencia y de encontrar sponsors internacionales, entre los que se encuentran Google, que otorga 200.000 euros por año, para su concreción.
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