SAN PEDRO. El ataque fue salvaje, podría decirse con ensañamiento y alevosía. La víctima, de 19 años, habría sido acribillada de quince balazos. Como si no fuera suficiente, terminó degollada, reflejo indeleble de la ferocidad empleada por los agresores.El crimen se produjo el sábado, alrededor de las 8, en el paraje San Alberto, distante unos cuatro kilómetros de la ruta provincial 17 y a sesenta del ejido urbano del municipio de San Pedro.Allí encontraron el cuerpo de Ricardo Yanusiewez, masacrado a tiros y con un profundo corte de cuchillo en el lado derecho del cuello.El mismo sábado, a eso de las 19.30, los investigadores detuvieron a cinco sospechosos en averiguación del hecho. Además, secuestraron una camioneta marca Chevrolet S-10 en la que habrían escapado desde ese paraje de San Pedro hasta la localidad de Bernardo de Irigoyen.Entre esos sospechosos se encuentran tres hermanastros de Yanusiewez, un tío y el conductor del vehículo, todos domiciliados en Irigoyen.Sin embargo, los detectives no pudieron dar con el arma de fuego que acabó con la vida del joven de 19 años. Tampoco con el cuchillo usado para degollarlo.Fuentes de la investigación indicaron que el asesinato adquirió el perfil de “un supuesto ajuste de cuentas”.El padre (NdR: Antonio Pereira) de tres de los cinco detenidos, padrastro de Yanusiewez, fue ultimado de al menos quince puñaladas durante la madrugada del domingo 22. Fue a la salida de un bar situado en el paraje Puente Alto, cerca de Pozo Azul.Los investigadores creen que los agresores, de alguna manera, habrían culpado de esta muerte a Yanusiewez y decidido tomar venganza.El crimen ocurrió el sábado. Se cree que los cinco detenidos habrían salido ese día de Irigoyen con destino a San Pedro con una idea fija: ultimar a Yanusiewez. Poco después fueron detenidos. “Se la tenían jurada”Un investigador afirmó que por la violencia empleada en el crimen y el hecho de que los atacantes hubieran viajado ese sábado desde Bernardo de Irigoyen a San Pedro, todo parece indicar que “se la tenían jurada a Yanusiewez”. Al parecer, esa inquina tenía relación con la muerte de Antonio Pereira, padre de tres de los cinco detenidos y padrastro de Yanusiewez, al que ultimaron de quince puñaladas la madrugada del domingo 22, cerca de Pozo Azul.Los agresores, siempre en el terreno de las teorías, habrían considerado responsable de esa muerte al joven de 19 años. Incluso, ayer trascendió que el trasfondo del homicidio tendría también una lucha por la propiedad de las tierras del difunto.
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