CAMPO VIERA. El cuidador de la casa fue a revisar el lugar, una tarea que hace periódicamente desde hace un año, ya que los dueños viajaron a Buenos Aires. Pero ayer al mediodía, al abrir la puerta de la vivienda se dio cuenta que el ambiente era irrespirable. Entonces el hombre se dirigió al baño y se topó con un cadáver atascado en el ventiluz. La policía acudió a la escena, ubicada a unos cien metros de la rotonda de Campo Viera, y estableció que el fallecido era oriundo del pueblo y de 31 años. La víctima, que no se descarta que habría intentado ingresar con fines de robo al lugar, estaba boca arriba y con las piernas hacia dentro del baño. Medio cuerpo, es decir desde la mitad del tronco hacia arriba, brazos y cabeza, estaban hacia fuera. El ventiluz, de dimensiones muy pequeñas -un poco más grandes que una hoja de oficio- está situado a metro y medio del piso. Se cree que el hombre habría intentado ingresar metiendo primero las piernas y cuando intentó deslizarse hacia dentro no llegó a “hacer pie” con el piso del baño, lo que dificultó que se apoye con los pies e hiciera presión hacia fuera para poder liberarse. Tampoco podía ejercer fuerza hacia dentro porque los brazos o la campera le impedían el acceso, según creen los pesquisas. El pequeño orificio terminó siendo una trampa mortal, ya que la presión hacia atrás ejercida por su propio peso contra el marco inferior de la ventana lo habría asfixiado. Se cree que el hombre quedó atascado el pasado lunes, cuando sus familiares lo vieron por última vez.
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