POSADAS. Cada vez es más notable como va cobrando fuerza la “nueva” vieja costumbre de organizar fiestas privadas en casa con amigos. El fenómeno no es casual (ni menor): algunos empresarios de la noche reconocen una merma de hasta el 40% de clientes habituales y le echan la culpa a la fuerte crisis económica que atraviesan los sectores medios y bajos de la sociedad, quienes en la búsqueda de alternativas para “hacer su noche” le volvieron a encontraron la veta a la iniciativa de juntar algún dinero en grupo, pasar por el supermercado para comprar bebidas a bajo costo y a lo sumo contratar un Dj que pase música.“En promedio, la demanda ha bajado un mínimo del 40% y el fenómeno se repite en cualquier boliche posadeño”, aceptó Ernesto Rocha, propietario de un conocido pub de la calle Córdoba que supo abrir en su momento el mercado de los espectáculos de música folclórica y que, según reconoció, “es lo que todavía funciona en mi local, porque los sábados estoy trabajando al 20%”, añadió con preocupación. En la capital provincial, la movida arranca los miércoles y termina los sábados, pero si coincide con los fines de semanas largos se puede extender un día más. Si se tienen que deducir los gastos en entradas, derechos de espectáculos, consumición -bebidas, comida, etcétera- transporte (nafta o remís) como mínimo, según el análisis de los mismos empresarios, por cada noche una persona necesita entre 200 y 300 pesos para pasarla bien, “¿qué bolsillo aguanta?” se preguntaron. “Para llenar el local con espectáculos en vivo, hay que traer dos grupos como mínimo, lo cual significa un alto costo de contratación, más Sadaic, más policías, personal y otros gastos, se termina cambiando la plata”, confió por su lado el propietario de la disco Metrópolis, Jimmy López.Para el empresario, el problema es mayor para quienes no son propietarios de su local, sino que alquilan. La mayoría de los consultados no reconoció montos exactos, pero se habla de un mínimo de 15 mil pesos que deben librar mes a mes. “Sin restricciones”Otro elemento importante (fuera de lo económico) de porqué se esta notando este desplazamiento de costumbres es que en una fiesta particular “nadie” restringe la “rave party”. En concreto, si se analiza a “groso modo”, la merma de habitues de la noche se empezó a notar desde la aplicación de normas puntuales para regular la nocturnidad en Posadas, principalmente a partir de la restricción del horario de venta de bebidas alcohólicas y del tope de horario para el cierre de los boliches. El análisis de sociólogos y antropólogos consultados por PRIMERA EDICIÓN para interpretar esta variación mencionó que al “buscar diversión nadie quiere pensar en restricciones y no estamos hablando de cometer excesos o hacer algo ilegal: si una entrada a un local es cara, estamos hablando de restricciones; si querés tomar una copa que te sale por encima de los 25 pesos, te están restringiendo”. En estos términos se expresó la antropóloga Diana Arellano, directora de un proyecto de investigación de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNaM que se ocupa de estudiar la relación transfronteriza entre Posadas y Encarnación, hacia donde se están desplazando los hábitos de consumo de recreación. “Hemos detectado una tendencia que es cada vez más notable relacionada con la gente que va a Encarnación a consumir recreación. En las encuestas, en primer lugar, nos aparecen las salidas al casinos, las cenas y después muchos se quedan a bailar”, comentó sobre algunos de los resultados del proyecto.La investigadora agregó que la franja de gente que hace ese tipo de consumo nocturno es la de los adultos de más de treinta años y muchas mujeres solas.“Estamos hablando básicamente de gente de clase media y media baja. Cuando le preguntamos porqué eligen ir a estos lugares nos contestan en primer lugar tienen un poco más de privacidad que en Posadas y, en segundo, que salir a la noche en la capital provincial es muchísimo más caro, desde el precio de las cervezas y los tragos, hasta el costo de las entradas. Nos cuentan que hay muchísimas ofertas para las mujeres, inclusive las rebajas en consumo de bebidas para ellas.Para las parejas de matrimonios y demás, en cuanto a qué es lo que prefieren de ir a Encarnación, nos cuentan que la atención al cliente es muy buena, desde la forma de servir hasta como te atienden toda la noche. Esa es una deuda pendiente que no es privativa de Posadas, en todo Argentina, si uno compara la atención al cliente en Brasil, por ejemplo, que es lo que nosotros conocemos más aquí en la frontera. En nuestro país hay cierta forma de presentar, tanto las bebidas como los platos, que hacen sentir al consumidor que lo están restringiendo, doy un ejemplo: si aquí se pide un licuado en “x” lugar, te sirven una copa de licuado; si la pedís en Encarnación te traen una jarra de litro y medio de la que pueden tomar tres. Aunque el cliente después pague esa abundancia, ya el hecho de no sentirse restringido lo deja satisfecho y por eso va eligiendo cambiar sus costumbres de consumo”.Transfrontera y controles“Se está trabajando mucho lo que es la vinculación transfronteriza con Paraguay. En realidad si uno piensa cómo se mueve la sociedad, Encarnación es parte de una gran urbe, junto con Posadas, Garupá y Candelaria, con lo cual es importante trabajar pensando en algo conjunto para desarrollar la región, no pensando en algo lineal como “Argentina- Paraguay”. Es un tema muy importante que tienen muchos investigadores trabajando en serio”. Las expresiones pertenecen al titular de la Dirección General de Control Comunal de Posadas, Pablo Otero, quien hizo una interesante observación dentro del desempeño de sus funciones públicas sobre la nocturnidad en Posadas y de cómo se está trabajando para lograr una norma consensuada a nivel metropolitano“Aquí todo funciona prácticamente como una zona única y no tiene sentido aplicar un código en una ciudad, si al lado hay otra donde las reglas del juego son distintas”, sostuvo al respecto del proyecto que pretende introducir mejoras al Código de Nocturnidad en vigencia. Sobre los controles que aplica su dirección en los locales bailables, Otero explicó que las mayores faltas (de acuerdo a las estadísticas de clausuras y actas de infracción) están dadas por los
incumplimientos tributarios, el no respeto de la capacidad máxima de personas permitida: una por cada metro cuadrado, el incumplimiento en el horario para dejar de vender alcohol y cerrar el boliche y el ingreso de menores. No obstante, resaltó cómo ha mejorado la responsabilidad empresaria e insistió en que para “lograr que se cumplan los parámetros fijados es necesaria una norma de vanguardia sobre la cual se está trabajando y que abarque la zona metropolitana y áreas de influencia”. Especializar el mercado Un elemento importante sobre el cual se han puesto a trabajar los empresarios de la noche, por los buenos resultados que les viene dando, está dado por la “especialización de sus fiestas”. De ahí que sus programas apuntan al mercado universitario, a los adultos mayores que buscan ambientes clásicos o bien a eventos especiales, por el día del Amigo, de la Secretaria, de los Enamorados y similares. La segmentación también se da por gustos musicales y promociones para días de poca concurrencia. Algo es indudable, para sobrevivir cada vez se está haciendo más necesaria la especialización del mercado y, al entenderlo así, los empresarios le vuelven a encontrar la veta al negocio.
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