LA PAZ, Bolivia (Diarios Digitales). Pese a las concurridas marchas, hubo escaso seguimiento de la huelga general en los centros de trabajo, que concentró en las universidades y en los hospitales públicos (quienes están en paro desde hace siete semanas).Las marchas sindicales de unas 4.000 personas estaban encabezadas por un centenar de mineros estatales del poderoso y radical sindicato de Huanuni, que en su recorrido por céntricas calles de la sede de Gobierno hace explotar cartuchos de dinamita y petardos.La Policía ejercía una nutrida vigilancia policial en la Plaza de Armas, donde el presidente Morales tiene su despacho, tras dos días de choques con civiles que dejaron más de una decena de heridos, entre manifestantes y uniformados.Radicalización de las protestas“Estamos demostrando por tercer día estas exitosas marchas y huelga”, afirmó el líder de la Central Obrera Boliviana (izquierda), el más grande sindicato del país, Juan Carlos Trujillo, al encabezar la protesta y recordar el rechazo al incremento salarial del 8% propuesto para este año. “Si el Gobierno no atiende nuestras demandas, vamos a radicalizar nuestras legítimas protestas” la próxima semana, acotó.Los médicos, paramédicos y universitarios de medicina se han sumado a las protestas sindicales, pues rechazan otro decreto del mandatario que aumentó la jornada laboral de seis a ocho horas sin compensación económica. En las ciudades de Santa Cruz (este), Tarija (sur), Oruro (oeste), Cochabamba (centro) y Potosí (suroeste) se ha informado de bloqueos en caminos interdepartamentales. Trasfondo político más que socialEl Gobierno ha restado dramatismo a los conflictos y sigue rechazando un aumento salarial superior al 8% o el decreto sobre los horarios del sector médico. “Hay demandas sociales y actores políticos quieren aprovecharse de esa situación, no diría que es desestabilizador porque no tienen posibilidades de conducir a una crisis de gobernabilidad y menos a una crisis de Estado”, dijo el ministro de Interior, Carlos Romero. El salario medio de los bolivianos, uno de los menores del continente, sube de 546 a 590 dólares al mes y el mínimo legal hasta 145 dólares con el decreto de Morales, pero los sindicatos quieren aumentos superiores.Morales declaró que no entendía por qué la Coba defendía “a un puñado de privilegiados que sólo quiere trabajar seis horas”, en referencia a los médicos y sanitarios.También expresó molestia porque un medio de comunicación afirmó que el actual es “el peor momento del Gobierno, porque ni el presidente puede movilizarse”, a raíz de las manifestaciones y bloqueos que se repiten casi a diario en gran parte del país desde que el sector de los hospitales públicos se puso en huelga.
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