BUENOS AIRES (NA). El juez federal Norberto Oyarbide puso al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, más cerca del juicio oral y público en la causa por las escuchas telefónicas ilegales, en la que se lo acusa de supuesto “miembro” de una asociación ilícita.Oyarbide “corrió vista”, esto es pedir opinión, a las distintas partes sobre la clausura de la investigación, el paso previo para luego elevar la causa a etapa de juicio oral y público.La resolución deja a las puertas del juicio al jefe de Gobierno, a su ex ministro de Educación Mariano Narodowski, al ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios, al ex empleado del Gobierno porteño y ex espía Ciro James, a dos jueces misioneros, a una secretaria judicial y a tres policías de esa provincia.Oyarbide les imputa ser miembros de una supuesta asociación ilícita y en algunos casos también les atribuye interceptación indebida de las comunicaciones.Las querellas son las primeras a las cuales el juez les corrió vista y todas las partes pueden solicitar medidas de prueba si es que consideran que la investigación está agotada y el magistrado puede hacer lugar o bien rechazarlas y firmar posteriormente que la causa pase a un Tribunal Oral.La resolución con la cual se dispuso avanzar a la etapa de juicio es muy escueta y en ella el juez aclara que si bien hay recursos pendientes en la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal (entre otros la recusación de Oyarbide y la confirmación o no de los procesamientos), eso no es escollo para elevar la causa a juicio.Oyarbide justificó su decisión en las demoras que hay en Casación para definir los planteos pendientes y en el derecho a defensa en juicio de los imputados, según contó una fuente a Noticias Argentinas. Al jefe de Gobierno se lo acusa de la escucha telefónica que tuvo como víctima a su cuñado Néstor Daniel Leonardo y a Sergio Burstein, principal referente de la Asociación Familiares Víctimas del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), supuestamente por las críticas que éste formulaba ante la asunción de Palacios como jefe de la Policía Metropolitana.Para la Justicia, desde la Ciudad se sabía del funcionamiento de un sistema de inteligencia y se sostuvo económicamente al espía James, quien ingresó a trabajar como asesor en el Ministerio de Educación en 2008 con un sueldo de 6.000 pesos.“No se postula que Macri montó una empresa de pinchaduras telefónicas para escuchar a su cuñado y a Burstein, sino que conoció y prestó su consentimiento para instalar en el ámbito del Gobierno de la Ciudad un aparato de inteligencia prohibido, del que se habría servido”, concluyó la Sala I de la Cámara Federal al confirmar su procesamiento en julio de 2010.James, al mismo tiempo que trabajaba como asesor, era quien -según la investigación de la Justicia- retiraba los cassettes de la Secretaría de Inteligencia de Estado (Side) con las escuchas telefónicas, tal cual se determinó.La causa surgió cuando un llamado anónimo realizado desde un locutorio ingresó a la casa de Burstein y dio aviso a la hija de éste que el teléfono de su padre estaba “pinchado” por orden de “Fino” Palacios.Luego se supo que otras víctimas de escuchas fueron el empresario Carlos Ávila y legisladores porteños de la oposición, entre otros.La llamada que alertó a Burstein se comprobó que fue realizada desde un locutorio, pero nunca se supo quien la hizo: una hipótesis que no se probó hasta el momento es que la habría hecho un agente de inteligencia llamado Hugo Álvarez.Una versión periodística daba cuenta de que Álvarez habría sido el autor de esa llamada, a raíz de una fotografía publicada, pero una pericia de Gendarmería aseguró no poder determinar con certeza si esas imágenes sobre ese agente de la Side son de la misma persona.Álvarez fue convocado y ante el juez negó haber hecho esa llamada, tras lo cual hubo un planteo de nulidad que interpuso la defensa de Macri.En la investigación judicial se estableció por el momento que había un sistema habitual en donde los dos jueces misioneros cuestionados, y por pedido de policías de esa provincia y James, ordenaban escuchas telefónicas a distintas personas por diferentes investigaciones. “Responde al kirchnerismo” El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, apuntó ayer contra el juez federal Norberto Oyarbide, al asegurar que “responde al kirchnerismo” y dijo que el avance de la causa en su contra por presunto espionaje ilegal es parte del intento del Gobierno nacional por “trabar y obstruir” su gestión.“Oyarbide responde al kirchnerismo absolutamente”, remarcó Macri, quien evaluó que “no es ninguna noticia” que la causa en su contra haya quedado más cerca del juicio oral.Durante una conferencia de prensa, el líder del PRO señaló que “dentro de este esquema de trabar y obstruir” que denunció en su momento “no iba a ser extraño que vuelvan con los jueces” desde el Gobierno nacional.“Lamento que la Presidenta piense que ésta es la forma de manejarse con la oposición. Habrá que seguir el curso”, agregó, al vincular la investigación en su contra con los intereses del oficialismo.Macri consideró que el avance en la causa que sigue Oyarbide y que ahora quedó más cerca del juicio oral “es más de lo mismo”, al tiempo que minimizó las consecuencias de la medida. “El 64% que me votó tiene claro que esto es un invento del kirchnerismo para complicar el día a día de la Ciudad. Acá la gente piensa distinto”, sostuvo.Más tarde el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, consideró que el avance de la causa es una “embestida del Gobierno nacional”. “Es una crónica de un ataque anunciado. Hace siete días, Mauricio Macri anunció que algo así iba a suceder”, sostuvo.
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