CÓRDOBA (La Nación). La sobrecarga de stock de unidades por el freno de las exportaciones a Brasil volvió a repercutir fuerte en la automotriz Renault, que se vio obligada a paralizar su producción durante las próximas dos semanas, con la consiguiente suspensión de casi todo su personal.Desde ayer, 1.600 de sus 1.800 empleados en la planta de Santa Isabel, en las afueras de esta capital, ya no concurren a trabajar. Una parte de ellos gozará de vacaciones anticipadas, y quienes no aceptaron ese régimen estarán suspendidos con el pago del 75% de sus salarios, informó el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata).Este freno en la fabricación de automotores estuvo precedido de suspensiones parciales en las semanas anteriores, con el objetivo de la empresa de regular el stock.Como la capacidad de almacenamiento de unidades, en el predio de Santa Isabel, se vio colapsada, a la compañía no le quedó otra alternativa que detener el proceso.
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