Un menor y dos jóvenes fueron detenidos por el incendio fatal

POSADAS. Un menor de edad y dos jóvenes fueron detenidos por la Policía a última hora del jueves sospechados de ser los autores del incendio que consumió una vivienda en el barrio San Marcos y que le provocó la muerte a Pamela Seoane (12), la niña que agonizó varios días después de ser salvada de las llamas por su abuela.Se trata de un adolescente de 17 años apodado “Polaquito” y de dos jóvenes, “Chueco” (20) y “Dopi” (21), quienes fueron apresados por efectivos de la fuerza provincial en el mismo barrio donde sucedió el dramático hecho que conmovió a la opinión pública misionera.Por orden del magistrado Marcelo Cardozo, al frente del Juzgado de Instrucción 1 de la Primera Circunscripción Judicial, el trío fue demorado y en las próximas horas podría ser citado a indagatoria. Eso, al menos, correría para los mayores, ya que el menor quedaría a disposición del Juzgado Correccional y de Menores 2 de Posadas.Resultado fatalLa detención de los tres sospechosos se produjo después de un intenso trabajo encubierto llevado a cabo por efectivos de la Dirección de Investigaciones de la Policía de Misiones.Con algunos datos aportados luego de las pericias y el testimonio de testigos, los uniformados montaron una sigilosa guardia en el barrio San Marcos en las últimas semanas, hasta que finalmente las pruebas vincularon a los sospechosos, que fueron detenidos y puestos a disposición de la Justicia.Días atrás, como se informó, trascendieron los resultados de los exámenes realizados por Bomberos, que confirmaron que el incendio se había iniciado de manera intencional por medio del estallido de un artefacto explosivo.Con la certeza de que el episodio no fue accidental y se trató de un homicidio, el juez Cardozo ordenó una serie de diligencias que culminaron de manera exitosa en la noche del jueves, con la aprehensión del menor y los jóvenes.Una fuente reservada de estricta confidencialidad reveló que el adolescente demorado sería quien arrojó el artefacto explosivo e inició el incendio que resultó fatal. Los dos jóvenes, comentó el portavoz, habrían sido cómplices del incendiario.Así las cosas, el trío permanece tras las rejas de manera preventiva y en las próximas horas cada uno tendrá la oportunidad de relatar su versión ante la Justicia.“Polaquito”, “Chueco” y “Dopi” son investigados por el incendio que consumió una casa el jueves 14 de junio en el barrio San Marcos, cerca de las 6.En ese lugar descansaba Pamela  Seoane (12) sin su madre, que minutos antes había salido de urgencia al hospital con otra de sus hijas por un problema de salud.El fuego arrasó el inmueble y lo transformó en un verdadero infierno. De esa pesadilla y en medio de los gritos apareció la abuela materna de la víctima, quien logró romper una cadena con sus manos y rescató a su nietita.Lamentablemente, Pamela sufrió graves quemaduras y murió en la noche del viernes 22 de junio.  “Me mataron a un ángel, no sé cómo seguir”Todavía sin poder creer el desenlace de la triste historia, los familiares de Pamela Seoane (12) siguen buscando una explicación al salvaje ataque que se cobró la vida de la pequeña.“A mí me mataron a un ángel, no sé cómo seguir. Me sacaron de circulación, porque esa nena era mi vida; vivía conmigo, íbamos juntos al taller. El que hizo esto tiene que pagar. No sé cómo volver a empezar”, contó apesadumbrado Ricardo Seoane (37), padre de la víctima fatal.Sobre la reciente detención del menor y los jóvenes, Ricardo aseguró que espera “que todo se resuelva” y agregó que “ahora la Policía tiene todo para trabajar, porque hay gente de la misma bandita que no soportó la presión y habló, eso es lo que tengo entendido y espero que se llegue hasta el fondo del caso”.En un momento emotivo, Ricardo recordó las cartas que la niña le había escrito a su madre semanas antes de encontrar la muerte en medio de las llamas. “Agradecía por los padres que tenía y decía que quería que estemos juntos”, comentó el hombre. “Espero que nos salga todo bien y nos puedan dar la casa con los muebles adentro”, se lee en una de esas estremecedoras misivas que la adolescente le escribió a la mamá antes de morir, a sabiendas de que conocía la situación de la familia, ahora totalmente devastada por su muerte prematura.