BUENOS AIRES (NA). Vecinos de Cañuelas, 65 kilómetros al suroeste de Capital Federal, continuaban ayer protestando contra la inseguridad tras el salvaje crimen de dos hermanos comerciantes que vivían allí, mientras el ministro de Justicia y Seguridad provincial, Ricardo Casal, acudió al lugar, pidió “calma” y aseguró que hay “hipótesis concretas” para resolver el caso.Los vecinos, que en la noche del domingo habían protagonizado un multitudinario cacerolazo poco después de los asesinatos, acudieron en forma masiva ayer a la Municipalidad, donde algunos llegaron a pedir la destitución de la intendenta, Marisa Fassi.Las protestas se originaron con el crimen de Marcelo y Leonardo Massa, ocurrido el domingo cerca de las 20 en el pequeño supermercado que poseían en la avenida Libertad al 1400 de esa ciudad.Los hermanos fueron baleados por un hombre que llegó al lugar en una moto conducida por un cómplice y que no llegó a robar nada.En medio de un clima hostil, Casal defendió a la intendenta Fassi, quien había intentado dirigirse a la gente momentos antes. “La intendenta no es responsable de la seguridad de la provincia y mucho menos de Cañuelas”, dijo Casal, quien aseguró que hay “hipótesis concretas” para resolver el caso.El ministro dijo que se va “a trabajar hasta que se esclarezca esto” y transmitió a los vecinos un mensaje del gobernador Daniel Scioli para pedir “calma” a los exaltados pobladores de la zona y que les permitan trabajar.Casal informó que se realizaron ocho allanamientos por el caso y que existen sospechas sobre un hombre que habría participado en un hecho de inseguridad ocurrido seis años atrás, en el que ya había sido baleado uno de los comerciantes asesinados. “Es una de las posibilidades que investigamos”, expresó el funcionario al respecto.Cientos de vecinos de Cañuelas habían irrumpido en el edificio comunal con consignas que apuntaban a autoridades comunales y provinciales.“Acá hay algo raro detrás, debe haber disputas políticas”, dijo una vecina, que poco antes había coreado la palabra “cómplices”, en medio de diversas consignas que tenían como denominador común la exigencia de mayor seguridad.Al cierre de esta edición, los asesinos seguían prófugos. Mientras, en Cañuelas se estudiaba la posibilidad de crear una mesa de trabajo para esclarecer el doble crimen.
Discussion about this post