BUENOS AIRES (Infobae). Ricardo Alfonsín, Julio Cobos y Ernesto Sanz encabezarán hoy una reunión en Tucumán, donde presentarán un proyecto de recuperación ferroviaria. Se busca así retomar algo de protagonismo político en medio de la puja oficialista.Será como revivir viejos tiempos, donde la UCR parecía retomar el camino de la unidad de cara a una elección. Corrían los meses previos a las presidenciales del año pasado y el radicalismo intentaba realizar una interna democrática, donde el candidato se elegiría a través del voto de los afiliados. Pero todo se rompió.Ahora, tras el fracaso electoral de Ricardo Alfonsín y las posteriores luchas internas, con amago de fractura incluida, la cúpula de la UCR volverá a mostrarse unida, al menos para la foto. Será en los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo, ubicados a veinte kilómetros de la capital de Tucumán.Hoy, los principales dirigentes radicales, incluido el retornado ex vicepresidente Julio Cobos, presentarán un proyecto de recuperación del sistema ferroviario, una de las banderas de la UCR. Y si bien su tratamiento en el Congreso dependerá de la buena voluntad del oficialismo, le permitirá al centenario partido recuperar algo de protagonismo político, justo en medio de las pujas internas del oficialismo.La iniciativa fue elaborada por el senador Gerardo Morales y fue sumando adhesiones puertas adentro de la UCR. Por eso, además del jujeño y de Cobos, estarán en Tucumán Ricardo Alfonsín, Ernesto Sanz y el titular del Comité Nacional, Mario Barletta.La iniciativa tiene como puntos centrales la creación de un organismo federal de recuperación del ferrocarril, con la participación de todas las provincias y la elaboración de un plan estratégico plurianual de inversiones. También dispone que el Estado opere tanto las cargas como los pasajeros, contempla la modificación del marco normativo de la CNRT e instrumenta un plan de reactivación de la industria ferroviaria.La idea en el radicalismo es buscar una imagen de unidad, de cara a las legislativas del año que viene. El desafío es alto: la UCR debe renovar las bancas logradas en 2009, cuando realizó una buena elección.
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